El estudio publicado en la revista Neuron y en el que participan los expertos Xavier Gasull y Alba Andrés-Bilbé, de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud determina que los episodios de migraña están relacionados con una mayor excitabilidad eléctrica de las neuronas sensoriales. Esta actividad eléctrica está controlada por unas proteínas (canales iónicos) que se encargan de facilitar o inhibir la activación de las neuronas, especialmente las sensoriales.
Una mutación en el gen que codifica para el canal iónico TRESK da lugar a una proteína disfuncional, que altera la capacidad del canal para reducir la actividad eléctrica. En paralelo, esta mutación también genera otra proteína alterada que afecta a la función fisiológica de otros canales iónicos como el TREK1.
"Paradójicamente, hasta ahora se habían descrito otras mutaciones que también eliminaban la proteína TRESK, pero que no provocaban migraña. En el nuevo estudio, comprobamos que es necesaria la combinación de los dos factores para que haya una mayor activación eléctrica de las neuronas sensoriales, lo que provoca el dolor característico de la migraña", afirma Xavier Gasull.
El estudio, coordinado por el investigador Guillaume Sandoz, de la Universidad de Niza y del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS), ayudará a diseñar nuevas soluciones terapéuticas contra la migraña y es un gran avance para conocer las causas de los episodios de migraña con aura (aquellos en los que el dolor de cabeza está precedido por síntomas neurológicos transitorios que suelen ser visuales.