En la isla de Maui, en Hawái, se encuentra el telescopio solar más grande del mundo, el Solar Daniel K. Inouye de la Fundación Nacional de Ciencias (NSF). En los últimos meses, desde allí se ha seguido el comienzo del nuevo ciclo solar, que poco a poco está despertando a la gigantesca estrella e invadiéndola de manchas. Precisamente la semana pasada una de esas manchas liberó masa coronal e hizo temer por una tormenta electromagnética en la Tierra. Pero, ¿cómo es el núcleo de estos "agujeros" del Sol que están yendo a más?
Es la imagen más detallada de una mancha solar que hayamos visto nunca. La tomó el pasado 28 de enero el telescopio de Hawái. Por primera vez, consiguió obtener una buena vista de “estructuras magnéticas tan pequeñas como 20 kilómetros en la superficie del Sol”, ha dicho Thomas Rimmele, director asociado del observatorio en un comunicado de la Fundación Nacional de Ciencias.
La mancha fotografiada mide una diminuta porción del Sol, aproximadamente 16.000 kilómetros. Es decir, bastante más que el diámetro de la Tierra.
En el núcleo se distingue una zona más oscura, que el comunicado explica así: “La apariencia rayada del gas caliente y frío que sale del centro más oscuro es el resultado de la escultura por una convergencia de campos magnéticos intensos y gases calientes que hierven desde abajo. La concentración de campos magnéticos en esta región oscura evita que el calor del Sol llegue a la superficie. Aunque el área oscura de la mancha solar es más fría que el área circundante del Sol, todavía hace mucho calor con una temperatura de más de 7500 grados Fahrenheit (más de 4.000 grados Celsius)”.
Las manchas solares y las erupciones solares asociadas, así como las eyecciones de masa coronal como la reciente, causan muchos eventos climáticos espaciales, que con frecuencia impactan la Tierra. "Estos eventos afectan la vida tecnológica en la Tierra. Los campos magnéticos asociados con las tormentas solares pueden afectar las redes eléctricas, las comunicaciones, la navegación GPS, los viajes aéreos, los satélites y los seres humanos que viven en el espacio", dice Rimmele.
El comunicado puntualiza que la reciente eyección de masa coronal que hizo prever una tormenta geomagnética en la Tierra no procedía de la mancha fotografiada, de enero de 2020. Aunque sí tienen que ver con un mismo suceso: con el reinicio del ciclo solar. Se detectó en el inicio del año, cuando dos manchas solares pusieron fin a un periodo de tranquilidad de la estrella. El ciclo de manchas solares 25, o SC25, durará 11 años, con un pico de actividad magnética en unos cinco años, ha informado la NOAA.
“El Telescopio Solar Inouye está preparado para agregar capacidades importantes al complemento de herramientas optimizadas para estudiar la actividad solar, particularmente los campos magnéticos”, concluye el comunicado de la Fundación Nacional de Ciencias.