La "máquina para jugar en la mano" o los "juegos portátiles" eran sinónimos de la Game Boy, aquella consola gris clara con sus clásicos botones rojos y otro en cruz.
La consola de Nintendo "sentó las bases de lo que llamamos hoy en día juegos portátiles, sin importar si se trata de la consola o los juegos de teléfonos inteligentes", porque el concepto es el mismo, aseguró Serkan Toto, consultor de la industria de juegos con sede en Tokio.
"Ese es el legado de la Game Boy", dijo el experto que subrayó que la movilidad fue fundamental para un joven de 21 años que quiere escapar de sus padres.
Con una consola tradicional había que jugar en el salón de casa, donde los padres veían la televisión, pero con la Game Boy todo comenzó a ser diferente.
La Game Boy ya no se vende, pero la nueva serie de Nintendo