La próxima misión de la NASA al sistema joviano avanza según lo previsto para su lanzamiento en 2024. A primeros de este mes la sonda 'Europa Clipper' ha superado la revisión de su diseño crítico y los expertos afirman que está lista para completar su ensamblaje y probar sus sofisticados instrumentos destinados a estudiar la habitabilidad de la luna Europa del gigante gaseoso en el inmenso océano que alberga bajo la gruesa capa de hielo que la cubre.
El Océano bajo los hielos de Europa tiene el doble de tamaño que todos los océanos de la Tierra combinados y la luna tiene un enorme potencial para albergar condiciones adecuadas para la vida tal como la conocemos en nuestro planeta.
También hay inconvenientes: el ambiente tan lejos del Sol es gélido y Europa está permanente azotada por la radiación que emite Júpiter. Aunque el enorme tamaño del planeta que orbita esta luna es también el que le permite tener un océano de agua líquida en su interior porque es la inmensa gravedad del planeta la que tira de Europa en lo que se conoce como efecto de marea. La luna se contrae y se expande debido a ese tirón gravitatorio y eso es lo que genera el calor en su interior.
Sin embargo, las extremas condiciones del sistema del planeta gigante, en especial la intensa radiación, convierten la misión de la NASA en un objetivo complicado. El orbitador 'Europa Clipper' tiene previsto rodear Europa en una órbita elíptica y en cada pasada medir la composición de la superficie y su geología, estudiar las condiciones y la profundidad de su océano y buscar columnas de vapor de agua que puedan estar saliendo de la corteza helada.
Por el momento el desarrollo de la nave avanza según lo previsto. La revisión de diseño crítico que se acaba de realizar ha examinado en profundidad todos los detalles de los planes para todos los instrumentos científicos que llevará la sonda: cámaras, antenas, subsistemas de vuelo, incluida la propulsión, la potencia, la aviónica y la computadora de vuelo.
"Demostramos que el diseño de nuestro sistema de proyecto es sólido", ha declarado el gerente de proyectos de Europa Clipper, Jan Chodas, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California. “Nuestros planes para completar el desarrollo y la integración de las piezas individuales se mantienen y el sistema en su conjunto funcionará como se diseñó para recopilar las mediciones científicas que necesitamos para explorar la habitabilidad potencial de Europa”.
Más allá de la mesa de diseño los responsables de la misión han construido ya prototipos y modelos de ingeniería para probar cómo funcionarán los instrumentos y los subsistemas de ingeniería. La nave en sí misma también está en construcción y la fabricación de los subsistemas e instrumentos de ingeniera han recibido luz verde a lo largo del último año y medio.
La 'Europa Clipper' tiene unos tres metros de diámetro pero con sus paneles desplegados, que también están en construcción, alcanzará una envergadura algo superior a la de una cancha de baloncesto, unos 30 metros. La antena de alta ganancia en forma de disco, que recibirá comandos de la Tierra y transmitirá datos científicos, se encuentra en su etapa final de ensamblaje.
También está ya en fase de construcción el módulo de telecomunicaciones para comunicaciones por radio con la Tierra y el monitor de radiación para medir el bombardeo de electrones que golpeará la nave espacial durante sus más de 40 sobrevuelos sobre Europa.
Para protegerse de esa radiación la sonda llevará un escudo que también está ya en fase construcción en Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de NASA en Pasadena, California.
"Es un momento muy emocionante para el equipo, al ver los frutos de su trabajo que orbitará Júpiter en unos años", ha declarado el subdirector de proyectos de Europa Clipper, Jordan Evans, del JPL que ha insistido a que, incluso en tiempos de covid, el equipo ha seguido trabajando adoptando medidas de seguridad y desviando al teletrabajo todas las tareas que se pudieran hacer en casa.
A medida que se avanza en la construcción los responsables del proyecto también trabajan en los experimentos que llevará a cabo la sonda cuando llegue a su destino. La 'Europa Clipper' incorpora instrumentos para medir la profundidad de la corteza de hielo de la luna y del océano interno que esconde. También para analizar qué tan espeso y salado es dicho océano y lleva cámaras que capturarán imágenes en color de la geología de la superficie en detalle y analizarán las posibles columnas de vapor que surjan de la superficie.
Los científicos están especialmente interesados en saber de qué está hecha exactamente la superficie de Europa. Las evidencia sugieren que el material que se ve sobre su corteza helada proviene del interior y que se filtra a través de grietas o fumarolas hasta la superficie. La 'Europa Clipper' también investigará el campo de gravedad de la luna, lo que aportará nuevos datos sobre cómo Europa se expande y se contrae cuando Júpiter tira de ella y cómo esa acción podría ser el método por el cual se calienta su inmenso océano interno.
"Estamos haciendo un trabajo que dentro de una década cambiará la forma en que pensamos sobre la diversidad de mundos en el sistema solar exterior, y sobre dónde podría existir la vida en este momento, no en el pasado distante", ha vaticinado El científico Robert Pappalardo de JPL.
La misión de la 'Europa Clipper' no es buscar vida sino las condiciones necesarias para la vida. Para encontrar esa vida habría que perforar el hielo de la luna y navegar en su océano con una sonda submarina. Para ese reto también hay planes en la NASA, pero de momento son solo eso, planes.