La nacra del Delta del Ebro, al borde de la extinción tras la borrasca Gloria
De las 533 nacras que había en la bahía del Fangar solo quedan 12 tras Gloria
El temporal vertió mucho sedimento y desplomó la salinidad en el Delta
Los voluntarios y expertos del proyecto para salvar las nacras han censado y rescatado ejemplares durante el verano
El temporal de la borrasca Gloria, que el pasado mes de enero causó enormes daños en la costa catalana, ha dejado al borde de la extinción en el Delta del Ebro a la nacra (Pinna nobilis), un molusco bivalvo, como el mejillón o la almeja pero de hasta un metro de tamaño que sólo vive en el Mediterráneo.
Según ha informado este miércoles la investigadora del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA), Patricia Prado, tras el temporal solo han sobrevivido el 2,3 % de los ejemplares que vivían en el Delta del Ebro, aunque han detectado una colonia de 242 ejemplares en la Bahía de los Alfaques, informa EFE.
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“Ni una nacra menos”
En las últimas semanas, los biólogos han rescatado 351 ejemplares de nacras de la Punta de la Banya, en la Bahía de los Alfaques, en el delta del Ebro, gracias a las aportaciones realizadas en la campaña de micromecenazgo “Ni una nacra menos” y también han constatado los daños provocados por el temporal Gloria en las poblaciones de este bivalvo gigante y endémico del Mediterráneo, del que el delta del Ebro es una de las últimas reservas genéticas.
“De los 533 individuos vivos que había en la bahía del Fangar antes del temporal ahora solo quedan 12, es decir, un 2,3 %”, ha concretado Prado.
Los daños se produjeron porque el temporal vertió sobre las nacras una cantidad enorme de sedimento y porque provocó una disminución de la salinidad debido a la mezcla de agua dulce con agua salada.
La bahía del Fangar era el único punto de la costa española que, antes del temporal, no sufría los efectos del protozoo Haplosporidium pinnae, que provoca mortalidades de hasta el 100 % en esta especie.
Por eso, Prado ha calificado la situación de “desastre ecológico”, aunque ha reconocido a EFE que en la Torre de Sant Joan, donde se pensaba que había muy pocas nacras, han censado un total de 242 ejemplares.
Proyecto para salvar las nacras
Patricia Prado, junto con otros técnicos del IRTA, de la Fundación Zoo de Barcelona y voluntarios de la Federación Catalana de Actividades Subacuáticas (FECDAS), la Sociedad Española de Ornitología (SEO Birdlife), la Universidad de Barcelona (UB) y VIMAR se han dedicado este verano a estudiar, censar y salvar las últimas nacras del Delta del Ebro.
La nacra (Pinna nobilis) es un molusco bivalvo que solo vive en el Mediterráneo, es uno de los más grandes -un ejemplar adulto puede superar el metro de longitud- y es uno de los más longevos ―puede llegar a vivir más de 50 años-.
Se trata de una especie singular que juega un papel muy importante en la filtración de las aguas y sobre su concha se han llegado a identificar más de 120 organismos diferentes, lo que contribuye a la biodiversidad marina.
En solo tres años, la nacra ha pasado de estar incluida en la categoría de “especie vulnerable” a la de “especie en peligro crítico de extinción” en la lista de especies amenazadas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPAMA), y a estar incluida en la lista roja de las especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) por la mortandad que les provoca el protozoo Haplosporidium pinnae, concluye EFE.