La temida mosca negra llega a Zaragoza y Madrid y podría expandirse por falta de lluvias
Habitan cerca de los ríos y riachuelos
Su picadura más que picadura es un bocado. Al morderte, te provoca una ligera hemorragia y absorbe tu sangre
Son negras, grandes y su zumbido se oye cuando se acercan
La mosca negra se convierte en plaga un verano más. El año pasado, sólo en Zaragoza, unas 28.000 personas tuvieron que acudir al ambulatorio por su picadura. Como podrás deducir, no, no es una mosca ordinaria. De hecho, más que picar, muerde. Al hacerlo provoca una inflamación en la piel roja y dolorosa que no querrás experimentar. Abre los ojos y los oídos porque este insecto ya no es sólo cosa del norte de España: ha llegado a la capital y va a ir a más por la falta de lluvias y el calor veraniego.
¿Por qué aumenta la cifra de mosca negra?
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Ingredientes para que se multipliquen rápidamente no nos faltan, y podríamos decir que los tenemos todos. Empecemos por las lluvias. En abril tuvimos aguas mil pero fue únicamente durante este mes de la primavera cuando los cielos nos trajeron agua. Fue suficiente para llenar un poco nuestros ríos pero no torrenciales, en cuyo caso habrían bastado para limpiar el fondo. Ahí está la clave, superficie del agua limpia y fondo fangoso.
Las moscas ponen sus huevos en el reverso de las plantas acuáticas que crían en cañaverales o en la vegetación enraizada en el fondo del río siempre que el agua corra. Las lluvias torrenciales modifican el cauce de los ríos y hacen efecto arrastre, limpiando el fondo. Sin embargo, cuando no las hay, la superficie se mantiene limpia pero la suciedad invade el fondo. Esto favorece el crecimiento de las larvas que, cuando llega el calor veraniego, se reproducen más fácil y rápidamente. El Manzanares ha visto aumentar la vegetación acuática que aporta sedimento a sus aguas y en ellas, este verano, prolifera la mosca negra.
El desplome de la población de murciélagos tampoco ayuda. Este animal es su único depredador natural, por lo que si él desaparece, la mosca se multiplica. El número de ejemplares se ha visto reducido drásticamente porque se estrellan contra elementos de las ciudades, por la decreciente cifra de insectos y por la falta de refugios. De hecho, entre las medidas adoptadas en Madrid está la de instalar 'casitas' en las que puedan habitar. Los murciélagos son además una especie protegida en la ciudad.
Cómo reconocerla
Es inconfundible. Su zumbido y su tamaño distan mucho del resto de moscas. Son negro azabache, grandes y se las oye llegar de lejos. Suelen estar presentes cerca de ríos y otras acumulaciones de agua. En la capital se está avisando de su posible proliferación en Arganda del Rey y Rivas.
A diferencia de lo que se pueda pensar, no se trata de una especie invasora, sino de una especie autóctona del sur de Europa, y su pico se produce en verano, cuando el calor facilita su reproducción.
Cómo es su picadura
Su picadura más que picadura es un bocado. Al morderte, te provoca una ligera hemorragia y absorbe tu sangre. Al mismo tiempo, libera su saliva dentro de tu piel, que la inflama con un círculo rojo que hará que no dejes de rascarte.
Al principio ni pica ni duele, porque su saliva hace 'efecto anestesia'. Al pasar un rato, el dolor y el escozor son terribles. Puede dar lugar a eczemas, ronchones, inflamaciones e incluso a reacciones alérgicas.