Los millones de personas que dedican su tiempo a mirar vídeos de gatitos y perros en internet ya tienen su coartada. La avalan los científicos que dicen que esta actividad ayuda a reducir el estrés y la ansiedad.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Leeds monitorizó cómo ver videos e imágenes bonitas protagonizadas por animales durante al menos 30 minutos para analizar cómo influían en la tensión arterial, la frecuencia cardíaca y la ansiedad.
En los vídeos aparecían algunos gatitos, cachorros, gorilas bebés. Había quokkas. Ya sabes, las cosas habituales que uno esperaría", explicó Andrea Utley, profesora asociada de la Universidad de Leeds, que seleccionó el montaje del vídeo de media hora que se utilizó para el experimento, ahora interrumpido por la pandemia.
En las sesiones, realizadas en diciembre de 2019 participaron 19 personas (15 estudiantes y cuatro miembros de su equipo) y fueron programadas intencionalmente durante los exámenes de invierno. Este es un periodo en el que el estrés está en un nivel significativamente alto, particularmente para los estudiantes de medicina, según explicó Utley.
El experimento reveló en todos los casos que disminuía la tensión arterial, la frecuencia cardíaca y la ansiedad en los participantes, tras ver el vídeo con animales de 30 minutos. El estudio registró que la tensión arterial promedio se redujo de 136/88 a 115/71, que está "dentro del rango ideal de presión arterial".
La frecuencia cardíaca promedio se redujo a 67,4 lpm, una reducción del 6,5%, mientras que la ansiedad también cayó un 35%, teniendo en cuenta la tasa que mide la ansiedad usado a menudo en entornos clínicos para diagnosticar la ansiedad, según la Asociación Estadounidense de Psicología.
"Me sorprendió gratamente que durante la sesión, los parámetros de cada participante disminuyeran". "Cuando terminaron, rellenaron otra vez el cuestionario e indicaron que se sentían menos ansiosos", contó Utley a los medios.
Al interrogar a los participantes, el estudio encontró que la mayoría prefería los videoclips a las fotos, sobre todo aquellos en que los animales interactúan con humanos. Utley esperaba realizar ocho sesiones en total, pero se vio obligado a posponerlo debido a las restricciones del coronavirus.