Hace un par de días las cámaras de seguridad captaron en Alwar (India) un destello que iluminó la noche a lo largo y ancho de la región de Rajastán, donde se encuentra la ciudad. Aunque está por confirmar, la única explicación que se ha encontrado hasta el momento es que un meteorito atravesó la atmósfera terrestre e impactó contra la superficie antes de poder desintegrarse. ¿Se te ocurre qué otra cosa pudo ser? Dale al play.
Fue a las 5 de la mañana. Un estruendo y una supuesta explosión. Al rato, multitud de teorías, la mayoría apuntando en la misma dirección, aunque muchos creyeron que se trataba de un terremoto. Al amanecer la noticia abrió informativos gracias a la grabación de una cámara instalada en una fábrica en Itarana, la antigua zona industrial de la ciudad, y supimos que, por suerte, nadie resultó herido. Eso sí, la curiosidad se ha disparado. ¿Qué habría pasado si hubiera sido más grande?
Sachin Bamba, presidente de la organización astronómica Space India, se ha pronunciado sobre el evento: "9 toneladas de polvo y piedras caen sobre la Tierra todos los días", le ha dicho al medio 'Hindi Latestly'. De hecho, en julio de 2019, un meteorito cayó en la aldea de Nagla Kasota. En aquella ocasión el daño fue mayor: el meteorito fue a parar a varios campos y se convirtió en un cráter de 6 metros de profundidad.
De haber sido más grande, pongamos que de unos 40 metros de diámetro como el que se acercó mucho a la Tierra el pasado septiembre, no habría sido el fin de la humanidad. Cierto es, que en el pasado un meteorito de estas dimensiones cayó en Siberia y arrasó con 80 millones de árboles.
En general, no obstante, estos visitantes intergalácticos que son a veces trozos de otros asteroides, ni siquiera llegan a entrar en nuestro planeta. Y, cuando lo hacen, tienden a desintegrarse y generar un destello en el firmamento regalando un espectáculo de meteoros que llamamos lluvia de estrellas.
El motivo del brillo que ilumina el cielo a su paso es que se acelera mucho después de atravesar la atmósfera terrestre y alcanza una temperatura que le lleva a la fusión, hasta terminar por disiparse por completo.