La noche del lunes los vecinos del sur de Australia dieron un brinco cuando una enorme bola de fuego iluminó el cielo. Se vio desde al menos dos de los estados que componen el país y el teléfono de la policía rebosaba llamadas que alertaban de una explosión. Al revisar sus cámaras, los agentes se dieron cuenta de que aquello que atravesó el cielo y sacó de sus camas a los residentes tenía toda la pinta de meteorito. ¿Qué pasó después?
Pasadas las diez de la noche un potente estruendo alertó a los vecinos de Adelaida (Australia meridional) y el estado de Victoria. Algunos incluso vieron caer aquello que parecía una estrella cayendo del cielo y que, cuando ya parecía que iba a desaparecer tras los edificios, terminó por iluminar el cielo como un vastísimo destello.
Podían ser muchas cosas, entre otras recordaba a una bomba, pero por suerte se trataba de un meteorito que a día de hoy todavía no se ha encontrado. ¿Qué quiere decir esto? Lo más seguro es que la roca espacial se desintegrase, como pasa con la mayor parte de los meteoritos que entran en la atmósfera terrestre. De haber impactado, las consecuencias podrían haber sido bastante devastadoras. Ni siquiera se sabe dónde buscar los fragmentos que pueden haberse salvado en la explosión de la roca porque se desconoce dónde cayó.
La policía publicó en su perfil de Facebook que la roca podía ser uno de los fragmentos del cometa Halley, cuya órbita atraviesa actualmente la Tierra desde el pasado 19 de abril hasta el 28 de mayo, que será el próximo martes. En España este rastro del asteroide se vio mejor la noche del 5 al 6 de mayo, cuando se produjo la lluvia de estrellas eta acuáridas y se pudieron avistar más de 40 meteoros.