Un meteorito esconde diamantes de un planeta perdido

Informativos Telecinco / Agencias 21/04/2018 08:30

Los científicos suponen que en el sistema solar primitivo había decenas de protoplanetas, con un tamaño comprendido entre el de la Luna y Marte, que acabaron colisionando y formando los planetas rocosos del sistema solar, como el nuestro, mediante la acrección o acumulación de material, informa la Agencia SINC.

Un tipo de meteorito llamado ureilita es un firme candidato para apoyar esta hipótesis, ya que se considera que procede de los desaparecidos protoplanetas, pero las muestras examinadas hasta la fecha no son concluyentes sobre ese remoto origen.

Sin embargo, ahora un equipo de investigadores europeos liderados por el profesor Farhang Nabiei de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza) ha analizado un meteorito ureilita especial, conocido como Almata Sitta. La roca es uno de los fragmentos que se recuperó en el desierto de Nubia tras la explosión de un pequeño asteroide sobre los cielos de esta región de Sudán en octubre de 2008.

Las conclusiones del estudio, que se publican esta semana en la revista ‘Nature Communications’, revelan que las incrustaciones de diamante que contiene el meteorito se originaron en un planeta perdido que circulaba por el sistema solar primitivo cuando este tenía unos 10 millones de años.

Embrión planetario

Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron los diminutos cristales de los diamantes mediante microscopía electrónica de transmisión, una técnica con la que han descubierto que esas piedras preciosas se tuvieron que formar a presiones muy altas.

“Descubrimos incrustaciones de cromita, fosfato, sulfuro de hierro y niquel dentro del diamante, con una composición y morfología que solo se pueden explicar si se formaron a presiones superiores a los 20 gigapascales”, explica Nabiei y su equipo, que añade: “Estas presiones indican que el cuerpo padre de esta ureilita fue un embrión planetario con un tamaño entre el de Mercurio y Marte”.

Según los autores, estos hallazgos proporcionan una evidencia sobre la existencia de los grandes protoplanetas que constituyeron los bloques de construcción de los planetas terrestres que hoy vemos en el sistema solar, como la Tierra.