La cofradía de mariscadoras de A Illa de Arousa en Pontevedra trabajó este verano bajo el puente que une la isla con la península, en una zona de la que extraen moluscos sólo dos o tres días al año, es decir, cuando la retirada del mar lo permite. El ayuntamiento de San Sebastián ha preparado un equipo para retirar las piedras que molestan de la playa de Ondarreta para estos días 27, 28 y 29 de este mes de septiembre, coincidiendo con las mareas vivas. Al mismo tiempo, este ayuntamiento maneja la tabla de mareas cuando hay temporales, ya que el fenómeno ha inundado el barrio viejo de la ciudad. En A Coruña, por poner otro ejemplo, este verano tuvieron que suspender un concierto en la playa de Riazor porque la marea viva tapó completamente el lugar pensado para el evento. Lo que demuestra que no sólo el agua se mueve con estas subidas y bajadas del mar.
Las mareas vivas son un fenómeno cíclico que se produce dos veces al mes, coincidiendo con las lunas nueva y llena. El primero en estudiar las mareas fue el marsellés Piteas nacido en el 300 A.C., pero no fue hasta 1687 cuando las teorías de Newton explicaron científicamente que el mar sufre alteraciones por efecto de la gravedad que la Luna y el Sol ejercen sobre el agua.
Las mareas se repiten dos veces al día dejando dos altas y dos bajas. Estas variaciones del mar afectan a diversos colectivos. Los ecosistemas de costa viven en función de ellas: los animales aprovechan las mareas bajas o altas para alimentarse; los mariscadores sólo trabajan cuando están bajas, mientras que los marineros dependen de las altas para pasar por determinados puntos con sus barcos. Ahora, de las mareas se está aprovechando incluso su energía -la mareomotriz- que es gratuita, con ciclos conocidos y con un bajo impacto medioambiental.
Las mareas vivas requieren que tanto el Sol como la Luna se alineen ejerciendo su atracción gravitacional sobre el agua. Eso sólo sucede cada 15 días y se acrecienta mucho más durante los equinoccios, por la cercanía de los tres astros. También cada quince días las mareas registran la menor variación ente las mareas alta y baja. El Sol, pese a ser un astro mayor que la Luna, está mucho más alejado, por lo que su influencia en los mares es un 46% menor que el del satélite.
Las súper mareas vivas o mareas del siglo se dan cada 223 lunaciones, o ciclos completos de la Luna, que son el momento de mayor cercanía de los tres astros. Se dan cada 18 años y 11 días. La última se dio el pasado 21 de marzo y no se volverá a repetir hasta el 3 de marzo de 2033. En ese momento coincidirán cuatro aspectos: la Luna estárá llena o será nueva; tanto el Sol como la Luna estarán en su punto más cercano a la Tierra; además estarán alineados; y se producirá durante un equinoccio, es decir, que los días durarán lo mismo que las noches.
Otro dato fundamental en la observación de las mareas es la configuración de la costa. La forma de la misma influye en los efectos de las mareas. En Nueva Escocia, la bahía de Fundy, EE.UU. la marea puede llegar a los 17 metros o en Francia en Mont Saint-Michel con 15,5 metros, mientras que en algunas islas del pacífico mide apenas medio metro.
¿Por qué la marea se desplaza casi una hora al día? Como la Luna cruza diariamente por cada lugar de la Tierra con un retraso de 50 minutos en relación con el día anterior, las mareas altas y bajas se retrasan ese tiempo cada día. Si la Tierra no rotara, la marea alta se daría siempre en la misma cara del planeta.