A medida que podaba los árboles, de las manzanas ya podridas caía una especie de papilla que era la propia fruta mientras se quedaba colgando del manzano el exterior congelado, que es lo llamó muy acertadamente 'manzana fantasma'.
"Hacía frío suficiente para que el hielo que las cubría no se hubiera derretido aún, pero hacía el suficiente calor para que la manzana de dentro se convirtiera en papilla (el punto de congelación de las manzanas es inferior al del agua)", le decía Andrew a Fox News.
No sorprende que se den fenómenos curiosos en el estado de Michigan, donde incluso se declaró hace unas semanas el estado de emergencia por las temperaturas que en muchos casos son tan gélidas que suponen un peligro para la población. En el caso de las manzanas, el agua que las cubría tras producirse una lluvia helada se solidificó rápidamente y le dio el aspecto surrealista.