Las playas son ecosistemas muy vivos, con sus algas, sus peces, sus aves. Es normal que cuando nos metemos los pies encontremos algún compañero de baño, pero en este caso ha sido una sorpresa del todo inesperada: una medusa de casi dos metros de largo. Evidentemente, la primera reacción de los bañistas ha sido de susto, y han salido corriendo a avisar a los socorristas.
Ha ocurrido en la malagueña playa de Manilvas el pasado lunes. Los socorristas corrieron a ver de qué se trataba y llamaron a Protección Civil, que fotografiaron al animal y lo remitieron al Aula de Mar de Málaga, según ha informado Diario SUR.
Al rato se pudo conocer de qué especie se trataba: un “precioso ejemplar de ‘Rhizostoma luteum’”, una especie de medusa que a pesar de su tamaño y apariencia “impotente”, no es pligrosa. De hecho, su picadura es muy débil en comparación con otras habituales de nuestras playas, como “la medusa clavel, Pelagia noctiluca”.
Sea como fuere la sorpresa es normal, pues es la primera vez que se observa un ejemplar de tal tamaño en las playas malagueñas, aunque desde entonces no se la ha vuelto a ver.
El avistamiento de medusas es un clásico del verano. En Málaga está operativa de hecho una campaña informativa para que puedan informar de todas las que aparecen. Además de pósters y folletos informativos que explican todo lo relacionado con ellas (cuáles son las más frecuentes, qué precauciones tomar y qué hacer en caso de lesión), hace unos años que lleva operativa la app ‘Infomedusa’, que ofrece a los usuarios información útil sobre el estado ambiental de 132 playas de la provincia y la presencia o no de medusas.