Las leyendas en torno a las aguas del Lago Ness, en Escocia, existen desde hace generaciones. Ha sido repetido en multitud de ocasiones que el centro del misterio es en realidad el 'plesiosaurio' que habita en sus profundidades, un dinosaurio del periodo Jurásico. No son pocos los desconfiados. El profesor y genetista de la Universidad de Otago Neil Gemmell ha centrado su atención en descubrir qué es la criatura realmente teniendo en cuenta como característica determinante su tamaño.
La curiosidad llevó a este investigador y su grupo a tomar muestras de ADN a lo largo, ancho y profundo del Lago Ness en busca de respuestas. Un animal enorme lleva fascinando al mundo décadas, el 'monstruo' bautizado como Nessie. Cada muestra fue secuenciada cuidadosamente para después ser comparada con las bases de datos mundiales y así poder revelar una imagen completa de la vida presente en el lago. Ha examinado desde bacterias hasta peces, llegando a una conclusión factible sobre el supuesto 'plesiosaurio'.
"La mayoría de las especies son tan pequeñas que apenas se pueden ver, pero hay algunas que son más grandes y, por supuesto, la pregunta que todos nos hacemos es ¿hay algo lo suficientemente grande como para explicar el tipo de observaciones que las personas han hecho a lo largo de los años?", enuncia el profesor en su estudio, publicado en la web de la universidad donde trabaja.
El 'factor monstruo', como lo llama el profesor Gemmell, le ha brindado la oportunidad de mostrar la ciencia del eDNA al mundo. El 'environmental DNA' (ADN ambiental) se refiere al material genético obtenido directamente del medio, sin certeza demostrable de ser biológica.
Con más de mil avistamientos reportados que datan del siglo VI, el profesor Gemmell dice que, de todas las ideas de lo que la gente ha visto en el agua, una de las más comunes e indignantes es que podría haber un reptil o población de la era jurásica presente en el Lago Ness.
"No podemos encontrar ninguna evidencia de una criatura que esté remotamente relacionada con eso en nuestros datos de secuencia de ADN ambiental. No creo que la idea del 'plesiosaurio' se mantenga", afirma.
El equipo de investigación probó otras teorías predominantes de varios peces gigantes –pez gato, esturión, una anguila o incluso un tiburón–. "No hay ADN de tiburón en el Lago Ness", descarta. "Tampoco podemos encontrar ninguna evidencia de esturión", continúa. ¿Qué es entonces Nessie? La conclusión parece evidente a ojos del profesor: "Hay una cantidad muy significativa de ADN de anguila. Son muy abundantes en el Lago Ness. Nuestros datos no revelan su tamaño, pero la gran cantidad de material dice que no podemos descartar la posibilidad de que haya anguilas gigantes". Agrega, eso sí, que hará falta "más investigación para confirmar o refutar la teoría".
Gemmell señala que, en 1993, los científicos ya propusieron que una anguila gigante podría ser la explicación de algunos de los avistamientos realizados en el momento, pero la idea de que se trataba de un reptil pareció calar más hondo. Por otro lado, asegura que la supuesta criatura en el vídeo que filmó Gordon Holmes en el lago en 2007 podría respaldar su conclusión: tenía forma de torpedo y medía unos 4 metros, descripción que se ajusta a la de este pez.
"Los buzos han afirmado que han visto anguilas que son tan gruesas como sus piernas en el lago. Si son tan grandes como sugieren, como genetista, pienso mucho en las mutaciones y la variación natural y, aunque una anguila tan grande estaría muy fuera del rango normal, no parece imposible", alega.