Janssen y AstraZeneca trabajan para modificar sus vacunas contra el covid y evitar los posibles trombos
Janssen y AstraZeneca trabajan para que sus vacunas no produzcan trombos
La vacuna de Janssen, la única monodosis que se pone en Europa
Las autoridades sanitarias insisten en que los riesgos de las vacunas son menores que los beneficios
Janssen y AstraZeneca están trabajado para modificar sus vacunas contra el covid con la intención de reducir o eliminar el riesgo de coágulos sanguíneos o trombos, raros pero graves, asociados a sus sueros.
Científicos independientes y de la Universidad de Oxford trabajan en la posible modificación de ambos sueros, después de que ambas se haya relacionado con el riesgo de trombos, según informa The Wall Street Journal.
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Johnson & Johnson apoya “la investigación y el análisis continuos mientras trabajamos con expertos médicos y autoridades sanitarias mundiales”. Desde AstraZeneca aseguran que están “trabajando activamente con los reguladores y la comunidad científica para comprender estos eventos de coagulación sanguínea extremadamente raros, incluida información para impulsar el diagnóstico e intervención tempranos y el tratamiento adecuado”.
Las modificaciones de las vacunas contra el coronavirus pueden requerir cambios en los derechos de propiedad o en las aprobaciones de las agencias regulatorias. No obstante, la necesidad de vacunas para frenar la pandemia puede acelerar, como ya ocurrió con la aprobación de los sueros, la investigación y los asuntos legales que pudieran surgir.
Riesgos de trombos en cada vacuna
Los riesgos de coagulación combinados con plaquetas bajas en sangre -una enfermedad poco común denominada trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por vacuna, o VITT- después de la inyección de AstraZeneca son aproximadamente de 1 a 2 por cada 100.000 vacunas, según los casos del Reino Unido y Europa.
Los datos del gobierno de Estados Unidos muestran una tasa más baja de alrededor de 0,3 casos de coagulación por cada 100.000 dosis de la vacuna Johnson & Johnson. El riesgo de coagulación severa es generalmente más alto debido al propio covid y también se ha asociado durante mucho tiempo con el uso de la heparina, un fármaco anticoagulante común, afirman investigadores y reguladores.
La vacuna de Janssen es la única de este tipo que se pone en EEUU. Se paralizó la pasada primavera por miedo a los trombos pero el Gobierno retomó su inoculación al considerar que había más beneficios que riesgos de sufrir un trombo. En Europa se ponen las dos, la de Janssen y la de AstraZeneca. En el último caso, las autoridades Europeas la recomiendan solo para mayores de 60 años.
Recientemente, las vacunas de estos dos laboratorios se han vinculado con el síndrome de Guillain-Barré, un trastorno neurológico poco común asociado con otras vacunas.
La mejora de estas vacunas podría aumentar la confianza en ellas y crecería por tanto las dosis administradas. Además, la de Janssen tiene una doble ventaja y es que es la única aprobada en Europa con una sola dosis.