Investigadores españoles han identificado el papel de la proteína integrina B3 en la metástasis de cáncer de mama, por lo que podría ser "una diana terapéutica" para evitar la propagación de la enfermedad a otros órganos del cuerpo. El hallazgo es muy relevante, porque la mayor mortalidad del cáncer de pecho se debe a las metástasis en otros órganos.
Un equipo de investigadores del Vall D'Hebron Institut de Recerca (VHIR) junto con el CIBER de Cáncer (Ciberonc) han identificado el papel de la proteína en la captación de vesículas por parte de las células, lo que favorece la formación de tumores en otros órganos.
El estudio es uno de los primeros "que describe las vías que permiten que estas vesículas entren en las células para favorecer el crecimiento tumoral y el papel que la integrina B3 juega en este proceso", según Stefan Hümmer, investigador del VHIR y del Ciberonc que busca reducir la mortalidad por las metástasis, que en el cáncer de mama representa el 90% de las muertes.
"Hemos visto que, cuando inhibimos la integrina B3, las vesículas no se pueden interiorizar y, por tanto, no existe el estímulo que favorece el crecimiento tumoral en el nuevo órgano para fomentar la metástasis", ha explicado el doctor Santiago Ramón y Cajal, jefe del grupo de patología molecular translacional del VHIR, del servicio de anatomía patológica de Vall d'Hebron y jefe de grupo del Ciberonc.