El queso y la leche, alimentos para mantener en forma el cerebro

INFORMATIVOS TELECINCO 10/03/2012 09:30

La investigación, realizada por investigadores de EE.UU. y Australia, con la participación de 1,000 adultos, estableció una relación entre los productos lácteos y las dietas grasas con el poder del cerebro, según publicó el 'Daily Mail'.

A pesar de la polémica, visto que las grasas están desaconsejadas por muchos nutricionistas por su vinculación a enfermedad cardiovasculares, existe otro estudio realizado en EE.UU., en el que los científicos encontraron que las personas mayores con niveles más altos de grasas beneficiosas en la sangre /Omega 3) tenían menos contracción en el cerebro, síntoma de los enfermos de Alzheimer.

Algo que sí está establecido en base a varios estudios del tejido cerebral es que nuestras funciones mentales dependen en gran medida de la presencia de una buena cantidad de grasa.

El cerebro humano está compuesto en un 60 % de grasa y las células cerebrales están aisladas por capas de mielina que se componen de un 75 % de grasa. Esta grasa de la mielina necesita ser reemplazada constantemente.

Es significativo que en una enfermedad como la esclerosis múltiple, las capas de mielina se dañan con lo que se afecta la forma en que se transmiten los mensajes en el cerebro y provocan entumecimiento y parálisis.

Esta investigación sobre el cerebro resulta polémica, porque contradice la opinión común acerca de los peligros de las grasas en la dieta. Sin embargo, la necesidad de evitar las grasas a toda costa no queda tan clara .

Un estudio realizado por en el British Medical Journal con ancianos encontró que las personas con dietas bajas en colesterol tienen una tasa mucho mayor de accidentes cerebrovasculares, posiblemente porque el colesterol parece tener un efecto protector en las placas cerebrales .

Otros informes médicos vinculan la dieta baja en grasas con una mayor incidencia de depresión entre personas mayores de 70 años.

Sin embargo, en lugar de investigar tales descubrimientos, la clase médica los ha ignorado o desacreditado por temor a crear confusión con el mensaje de la 'grasa en la dieta es mala'.