Un ascensor patentado por un inventor de Dénia (Alicante) elimina del aire y de las superficies del ascensor todo rastro de la covid-19 mediante el uso de rayos ultravioletas una vez que el habitáculo está detenido y sin ocupantes.
En una entrevista concedida a EFE, el inventor, José Roig, ha afirmado que la transmisión por vía aérea a través de los aerosoles debe redefinir la estrategia de prevención ante la covid-19, sobre todo en los espacios públicos, como por ejemplo un lugar no ventilado como es el ascensor.
Roig es gerente de una compañía puntera en el diseño, fabricación e instalación de máquinas para el procesado de frutos secos que, ante el desconcierto y la parada de la actividad con la llegada de la crisis sanitaria en marzo, se planteó qué podría haber de diferente entre España y otros países dónde se habían contagiado menos personas con el virus.
Y en la búsqueda de respuestas descubrió el curioso dato de que España es el país con más ascensores por habitante del mundo: "Tenemos más de un millón de ascensores", ha destacado Roig, a partir de los datos de Federación Española de Fabricantes de Ascensores (FEEDA), una tasa por encima de países como Alemania o Estados Unidos.
A partir de esta idea, el inventor de 45 años ha desarrollado un prototipo de elevador "anti-covid" con la tecnología que ya usaban en su empresa del sector agroalimentario, basada en la pasteurización que elimina patógenos con rayos ultravioleta.
A lo largo de cuatro generaciones, la familia Borrell de Dénia (a la que pertenece) ha sumado 40 patentes relacionadas con la tecnología que utilizan para todo tipo de frutos secos, y su heredero, José Roig, tiene 14 patentes a su nombre, más otras cuatro en tramitación.
Dado que ya no se discute la prevalencia de contagios en espacios con poca ventilación, como los ascensores, la patente de Roig utiliza aproximadamente 200 ó 220 nanómetros de luz ultravioleta para desinfectar el ascensor de forma segura y "en menos de 1 minuto".
El prototipo incluye también un mecanismo de bloqueo que cierra las puertas y lanza un mensaje de alarma si detecta que hay más usuarios de los aconsejados para subir o bajar, con el fin de garantizar una cierta distancia social.
Este ascensor inteligente podría estar especialmente indicado para hospitales y colegios, además de las viviendas particulares e incluso zonas de uso común, como pasillos o transporte público.
Para la tramitación de esta patente Roig se ha acogido al plan de apoyo para inventores "Patentes contra la pandemia", impulsado por el despacho de abogados Ibidem de Elche (Alicante).
Para el inventor alicantino, hay mucha gente creativa en nuestro país, como se ha podido ver en estos tiempos de pandemia, que sin embargo padecen muchas dificultades desde los puntos de vista fiscal y de gestión, además de problemas de financiación y falta de inversión. "Lo importante no es el número de patentes de un país sino las que se llegan a desarrollar y logran llegar al mercado", ha añadido.
El autor de la patente ha concluido que aunque España tiene la imagen de un país solo de servicios y turismo, es importante resaltar que existen zonas industriales muy potentes que están vendiendo en todo el mundo pero que "necesitan ayudas y regulaciones más sencillas".