Los científicos, que siguen el iceberg de cerca, lo localizan completamente despegado de tierra firma, vagando por el mar de Amundsen, empujado por los fuertes vientos y las corrientes marinas existentes en la zona. Las nubes y el periodo de sombra de la Antártida están dificultando las imágenes en los últimos días.
Ya ha recorrido un trayecto considerable, según los últimos datos. La distancia que le separa de la plataforma Larsen C es más del doble que en las últimas semanas de agosto. El profesor Stef Lhermitte, de la Universidad de Delft (Holanda), ha compartido en su cuenta de Twitter la evolución de estas imágenes y explica que "después de un movimiento inicial de separación y acercamiento, el iceberg A68 de Larsen C parece estar ahora en plena deriva".
Su deshielo no afectará al nivel del mar
Su separación causo intranquilidad en los ciudadanos de muchos países, sobre todo en los costeros. Pero parece que no hay de qué preocuparse. La cantidad total de agua que contiene el océano comparada con los metros cúbicos de hielo de A68 nos permiten pensar que no habrá un incremento de los niveles del mar. Ni las costas van a anegarse ni vamos a morir ahogados.
El mayor problema: el deshielo
El problema está, como insisten los científicos de la NASA y de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) en la pérdida constante de masa helada que, al final, da como resultado que colapsen diferentes áreas de la Antártida. Este proceso imparable y cada vez más acelerado sí será responsable de un aumento del nivel del agua en los océanos, pero no un solo suceso como el del iceberg A68.
Lo que sí supondrá será un claro riesgo para las rutas que atraviesen estas zonas. Asimismo, no se descarta que alguno de estos fragmentos que nazcan del iceberg terminen impactando contra las costas de América en un suceso que sí sería, al menos, llamativo.