El caso de un familiar que sufrió Parkinson, animó al doctor José Javier Hernández Martínez, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Clínica Benidorm, a ponerse a manos a la obra y tratar de desarrollar una herramienta para detectar esta enfermedad neurodegenerativa.
Con sus conocimientos, su infinita capacidad creativa y la ayuda de sus primos, ingenieros e informáticos, crearon la empresa Diten Realities, creadora de Ditengloves, unos guantes que permitieran detectar de una forma sencilla temblores en las manos de los pacientes. "Hay más de 50 enfermedades que producen temblores y se pueden diferenciar por pequeños indicadores", asegura el neurólogo.
Es ahí donde entran los guantes, que cuentan con hasta doce sensores en los dedos de las dos manos y en los dorsos. "Recogen varias combinaciones. Temblor en reposo, con la mano sobre la mesa, temblor en una postura de las manos elevada y luego la velocidad de movimiento", explica.
De esta forma, analizan los nervios que conectan el cerebro con las manos a través de la médulacon el brazo y así localizar enfermedades que causan temblores como una hernia discal, un temblor esencial, una cirrosis o el parkinson entre otras. "Con todos estos datos, sumados a la edad del paciente y otros datos se puede determinar una enfermedad de sospecha", afirma Hernández.
A continuación, hay un algoritmo de diagnóstico, que junto con una serie de pruebas y la aplicación de la Inteligencia Artificial se puede conseguir un diagnóstico concreto.
Tras utilizar los guantes en más de 1.000 pacientes la fiabilidad de este instrumento es muy alta y ronda el 98% de efectividad.
Ahora falta realizar el ensayo clínico para determinar con seguridad la capacidad de estos guantes. "Vamos a hacerlo con 150 pacientes para ver si detectan a las personas que están normales y a los pacientes que tienen diferentes temblores y enfrentarlo con el médico especialista. Además, vamos a realizar otra prueba de un doble ciego, en la que el médico no sabe lo que dicen los guantes y viceversa, y será la Sociedad Española de Neurología la que determine la patología para confrontar diagnósticos", explica el doctor.
De esta forma, se podrá determinar si estos guantes pueden ser una herramienta que se pueda introducir en los centros de Atención Primaria. "Cuando un paciente llega a un centro de salud con temblores se le envía al neurólogo, hasta que llega al especialista pueden pasar meses o años de espera y luego más meses para obtener el resultado de las pruebas. Se pierde mucho tiempo esencial y la posiblidad de ofrecer un tratamiento precoz a la persona que puede aumentar exponencialmente su vida", señala el médico, que añade que "con la prueba de los guantes de podría derivar inmediatamente al neurólogo o al especialista que corresponda para ganar tiempo".
El objetivo final de este proyecto es aún más ambicioso, crear una plataforma de terapia digital. "Si podemos almacenar los datos de miles de pacientes detectados y tratados podremos obtener un patrón y así tener un gemelo digital que anticipe a cada persona como se va a comportar en el futuro y cuál va a ser el mejor tratamiento", explica Herández.
Después de más de dos años de trabajo, si los guantes superan el ensayo clínico, podrían convertirse en la primera herramienta de estas características en el mundo, con un coste muy bajo, que puede ayudar a miles de personas a mejorar su calidad de vida.
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