La IA ha llegado para quedarse, por lo menos de momento, y era cuestión de tiempo que Google tomara nota del interés que despierta, así como de todas las características que tiene y que la herramienta de búsqueda puede emplear a su favor. Gracias a eso ha nacido Google Bard.
Bard pretende dar al usuario una herramienta de búsqueda conversacional, basada en LaMDA, un modelo de lenguaje en el que hace tiempo que estaban trabajando, buscando de este modo obtener mejores resultados para el usuario y convirtiendo la experiencia de obtener información en algo más sencillo, más intuitivo y también más completo.
La idea es que podamos preguntarle algo al buscador y este nos ofrezca la información sin tener que entrar en otra web. Permite interactuar con el buscador mediante mensajes normales, en los que el usuario escribe aquello que quiere saber y la IA le responde directamente con la información obtenida. También servirá para dar instrucciones y que sean obedecidas.
Cuando el usuario plantee alguna duda de la que quiera saber la respuesta, la primera de las opciones ofrecida desde el buscador de Google será un texto creado pro su IA, que supondrá una respuesta resumida, sencilla de leer y de entender. De esta forma se puede emplear para obtener respuestas sencillas y para todas las edades a dudas un poco más complejas.
Esta herramienta tiene algunas mejoras con respecto a su competidor directo, ChatGPT, y es que el buscador tiene acceso a toda la información que hay en Internet, lo que puede conseguir respuestas más completas y también más actualizadas.
A pesar de que la empresa se ha apresurado a sacar esta nueva opción, hace bastante tiempo que estaban trabajando en ella y su objetivo es continuar y ampliar la función del buscador de siempre, aportando respuestas sencillas a dudas concretas. De este modo, la empresa pretende que los usuarios sigan confiando en Google a la hora de hacer sus búsquedas y obtener sus respuestas.
Su llegada a España y Europa fue un poco más tardía que a otros lugares, pues tenían que asegurarse de que cumplían con las normas y leyes de protección de datos. En nuestro país se puede probar desde el pasado mes de julio y, aunque todavía parece que hay mucho campo para la mejora, puede convertirse en una gran herramienta.
La propia empresa define a Bard como “el colaborador creativo y útil que da rienda suelta a tu imaginación, aumenta tu productividad y da vida a tus ideas”, aunque también reconocen que se encuentra en pruebas, por lo que la experiencia puede cambiar mucho en el futuro.
De hecho, se espera que con el tiempo cambie su diseño y confirman que estará disponible en más de 40 idiomas, aunque comenzaron con 26. Incluirá otras opciones de Google, como Lens, por lo que se añadirán imágenes a la información y se espera que pase a formar parte de otros servicios, como Gmail o Docs.