La Inteligencia Artificial ha llegado para quedarse. En las últimas semanas, las redes sociales se han llenado de contenido creado a través de Internet mediante algoritmos con los que se puede obtener cualquier tipo de creación. Desde fotografías totalmente surrealistas, textos escritos y desarrollados con todo el sentido del mundo con los que se pueden llegar a hacer resúmenes de libros y trabajos universitarios completos y hasta vídeos que nos harán dudar de si son o no reales.
Tras este aluvión de creaciones y desarrollo de páginas web como ChatGPT, los expertos e ingenieros han abierto el debate sobre cómo utilizar estas aplicaciones y avances tecnológicos que nos ofrece el mundo de Internet.
Uno de los contenidos que está arrasando desde la llegada de esta Inteligencia Artificial son las versiones de canciones con la voz de otros artistas conocidos creada a través de esta IA.
Todo esto es muy sencillo: siguiendo tan solo unos pasos, los usuarios son capaces de escoger la canción que quieran y, modulando una serie de herramientas y detalles, captar la voz del cantante que quieran e insertarla en esta pieza musical. De esta manera, se puede obtener miles de canciones cantadas por cualquier artista.
Llevando a cabo estos pasos, artistas que ya se encuentran fallecidos como Michael Jackson han sido 'revividos' a través de la Inteligencia Artificial y les han puesto a cantar éxitos que arrasan en las listas musicales como los temas interpretados por el mismo The Weekend.
Los usuarios no solo han probado con artistas fallecidos. También han querido poner a cantar a algunos artistas que llevan sin lanzar música desde hace años como la mítica Rihanna.
Las mezclas y las creaciones son innumerables y cada una más surrealistas. Desde Quevedo cantando 'Ave María' de David Bisbal a Ariana Grande cantando canciones conocidas y populares en España como 'La Gata Bajo la Lluvia' de Rocío Dúrcal o 'Cántame' de María del Monte.
La publicación y la posibilidad de crear estas versiones también ha abierto un debate entre los artistas y las grandes discográficas que, reacios a este avance tecnológico, han prometido demandar a todo aquel que ose suplantar la voz de sus artistas.
Una tendencia que parece no parar aunque los grandes sellos musicales amenacen con llevar a los juzgados.