Los acantilados de Tazones, en Asturias, han sido escenario de un rescate excepcional. Varios expertos geólogos han extraído las huellas mejor conservadas del mundo de una especie de dinosaurio volador que tiene 154 millones de años. Ha sido a través de un espectacular despliegue para evitar que esa valiosa pieza desaparezca por la erosión marina.
Lo que más impresiona es la buena conservación que tiene. Se pueden apreciar perfectamente, explican, las huellas del animal, e incluso algunos arañazos.
Se calcula que pesaba unos 20 kilos y tenía unos 5 metros de longitud, pero los más grandes podían llegar a medir los 11 metros de largo. Ahora, el fósil se trasladará al museo jurásico de Asturias para su correcta conservación.