Nos enamoran, nos entretienen, nos divierten, nos podemos pasar horas y horas mirando sus vídeos de hazañas… la fiebre gatuna cala cada vez más hondo en la población y muchos adoptan un gatito sucumbiendo a sus encantos. Pero no son un peluche. Las clínicas veterinarias están hasta arriba con insolaciones gatunas, y no es para menos: "la temperatura corporal media de los gatos se encuentra entre los 38,5ºC y los 39ºC, y la que marcan los termómetros estos días los superan con creces", dice la doctora Elisa Sanfrutos nada más preguntarle por esta cuestión. Los gatos, como todas las mascotas, necesitan de tu cuidado y más ahora con el calor que hace.
Ya no solo es el ambiente. Después de tantos días de ola abrasadora, los hogares han acumulado más grados de los que hay en la calle y los mininos domésticos se pasan las horas muertas en ese caldeado espacio: "los gatos 'matan' por encontrar un rincón de la casa a la sombra o los suelos sin alfombras porque están más fresquitos", comenta la veterinaria al respecto.
Además, a los felinos les cuesta más desprenderse del calor: "La refrigeración interna de los gatos es distinta a la humana. Mientras nosotros contamos con poros por los que expulsamos el sudor, ellos no tienen glándulas sudoríparas y necesitan compensar su temperatura corporal mediante las almohadillas de las patas, por la lengua o en la respiración; un proceso más costoso", argumenta Elisa Sanfrutos.
Vigílalo de cerca: ¿cómo se comporta tu gato ante el calor?
Los gatos, como las personas, pueden sufrir golpes de calor: "suelen presentar bajadas de tensión y entran en un estado de seminconsciencia", comenta la veterinaria. Para no llegar a este punto, debes estar atento a su comportamiento. Para empezar, las ganas de jugar, y de protagonizar vídeos virales, se pierden entre tanto calor: "Se sienten débiles y muestran cierta apatía a todo lo que les rodea", explica Elisa Sanfrutos. Este, quizás, es el síntoma más detectable por el dueño.
No obstante, la Elisa Sanfrutos explica que "se puede observar, también, una descompensación cardiaca en los gatos con afecciones relacionadas".
Si tu gato vaga por el pasillo de tu casa sin su 'chispa' innata, acude de inmediato a su médico porque "puede desarrollar lo que se conoce como una lipidosis hepática, una enfermedad que afecta al hígado de los gatos y que se desarrolla por una deshidratación corporal radical", advierte Elisa Sanfrutos.
Sigue estos consejos 'anti-calor' y pónselo fácil a tu gato
Aunque ellos saben cuidarse perfectamente solos, sacarlos de su zona de confort y someterlos al calor de la urbe es una cosa que no llevan nada bien. Con la ola de calor, los gatos buscan los lugares más fríos de la casa como el azulejo de los baños o el plato de la ducha. Pero con esto no es suficiente para combatir una posible insolación:
· Ventila bien tu casa: "abre las ventanas cuando no haga un fuego en casa", dice la doctora. Es bueno que entre aire de la calle, pero solo por la noche que hay menos grados.
· Agua en todas partes: "es bueno que pongas agua fresca en distintos puntos de la casa por si lo pudieran necesitar de urgencia y no llegasen a su cacharro", aconseja Sanfrutos. Asegúrate de que no se ha quedado 'caldosa' y que está de la nevera para compensar más efectivamente esa falta de hidratación que puedan tener.
· Dieta 'gourmet' muy húmeda: "combina el pienso con alguna que otra lata", comenta Elisa Sanfrutos. A veces, el agua no es suficiente y hay que refrigerar al minino con comida que no sea difícil de digerir.
· No los peles, no sirve de nada: "el pelo de los gatos por lo general es corto y no implica una manta muy calurosa. En el caso de los más peludos, por ejemplo, los persas, lo que hace el pelo es crear una cámara de aire que en realidad les protege de los cambios de temperatura", aclara la veterinaria.