El motor de curvatura siempre ha sido el recurso de guion al que ha apelado la saga de Star Trek para permitir a la Federación de Planetas Unidos viajar allá dónde ningún humano ha llegado jamás. En la serie y las películas el motor funciona gracias a un elemento al que llaman cristales de dilitio que permite estabilizar una reacción entre materia y antimateria. Es una solución que suena bien y que permite dar una cierta verosimilitud al universo trekkie, si uno no se hace demasiadas preguntas.
En el mundo real las cosas son distintas y mucho más complicadas, aunque eso no impide a los físicos teorizar sobre cómo debería ser el motor capaz de llevarnos a las estrellas viajando más rápido que la luz. Algo que viola las leyes de la física, si no les damos un rodeo para saltárnoslas.
Eso es lo que ha hecho los investigadores del grupo de investigación independiente Applied Physics con sede en Nueva York, plantear un motor que sea posible, lo que no quiere decir en absoluto que sea factible fabricarlo, pero que funcionase gracias al plegar la estructura del espacio - tiempo para permitir viajes más rápidos que la luz.
En teoría, los impulsores de curvatura doblan y cambian la forma del espacio-tiempo para exagerar las diferencias en el tiempo y la distancia.
Una de esas circunstancias fue esbozada hace más de un cuarto de siglo por el físico teórico mexicano Miguel Alcubierre. Su idea, propuesta en 1994, era que una nave espacial impulsada por algo llamado 'impulsión Alcubierre' podría lograr este viaje más rápido que la luz. El problema es que requiere mucha energía negativa en un solo lugar, algo que simplemente no es posible según la física existente.
Sin embargo, el nuevo estudio tiene una solución: Deshacerse de la ficción de la energía negativa y aún así lograr un impulso de curvatura, aunque tal vez sea un poco más lento de lo ideal.
Lo que sugieren los investigadores es usar una fuerza gravitacional masiva para doblar el espacio-tiempo. El truco consiste en encontrar una manera de comprimir una masa del tamaño de un planeta a un tamaño de módulo de nave espacial manejable para utilizar su gravedad.
Debido a las dificultades implícitas, un impulso de curvatura creado a partir del modelo desarrollado por los investigadores no podría construirse hoy, pero sugieren que algún día podría ser posible.
"Muchas personas en el campo de la ciencia conocen la impulsión Alcubierre y creen que los impulsores de curvatura no son físicos debido a la necesidad de energía negativa", dice Alexey Bobrick, astrofísico y científico de la Universidad de Lund en Applied Physics.
"Esto, sin embargo, ya no es correcto; Fuimos en una dirección diferente a la de la NASA y otros y nuestra investigación ha demostrado que en realidad hay varias otras clases de impulsos de curvatura en la relatividad general. En particular, hemos formulado nuevas clases de soluciones de impulsión de curvatura que no requieren energía negativa y, por lo tanto, se vuelven físicas", agregó en un comunicado.
"Si bien todavía no podemos romper la velocidad de la luz, no necesitamos hacerlo para convertirnos en una especie interestelar", dice Gianni Martire, otro científico de Applied Physics.