La felicidad mejora el rendimiento académico de los alumnos, los hace más creativos e innovadores
El psicólogo israelí que es profesor en Harvard defiende prácticas en el aula que estimulen el bienestar emocional
Tal Ben-Shahar subraya que el aumento de los niveles de felicidad ayuda a que los alumnos mejora funciones cognitivas como la memoria
"El predictor número uno de la felicidad es el tiempo que pasamos con las personas que nos importan "
Los estudiantes se vuelven más innovadores y creativos, les mejora la memoria y otras habilidades cognitivas. Todo es el resultado de ser feliz en un aula. Es lo que defiende el doctor en Psicología y Filosofía por Harvard Tal Ben-Shahar que subraya la importancia de aumentar los niveles de felicidad para mejorar su rendimiento académico.
Ben-Shahar hablará en este Congreso Ciento Volando, que se celebra entre hoy y mañana de modo virtual y al que se han inscrito 5.800 profesores, de las relaciones sociales, la amistad, el manejo de las emociones negativas o las rutinas cotidianas para aumentar la felicidad.
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En una entrevista con EFE a través de un cuestionario escrito, el profesor estadounidense israelí sostiene que el aumento de los niveles de felicidad ayuda a que los alumnos se vuelvan más creativos e innovadores; mejora funciones cognitivas como la memoria e incrementa su motivación y compromiso.
"Como resultado de estos beneficios, vemos que las calificaciones también mejoran. Además, cuando aumentamos los niveles de felicidad, vemos que las relaciones mejoran significativamente. El ambiente escolar se vuelve más agradable y acogedor", añade Ben-Shahar (1970, Tel Aviv, Israel), autor del superventas "Happier and Being Happy", traducido a 25 idiomas.
Pregunta: ¿De qué modo ha afectado la pandemia en la comunidad educativa? Distintos estudios apuntan a un mayor malestar emocional (tristeza, pesimismo …).
Respuesta: Desafortunadamente ha impactado. La situación de la salud mental dentro de la comunidad educativa no era buena antes de la pandemia: la depresión, la ansiedad y las tasas de suicidio habían aumentado significativamente durante la última década.
Las razones de estas tendencias preocupantes se han asociado con la tecnología, cuya adicción ha hecho que los jóvenes se vuelvan más sedentarios, menos sociales y más distraídos. Durante el año pasado esto ha empeorado, ya que muchos sufrieron la cuarentena y se han visto obligados a usar aún más tecnología.
P.: ¿Qué es la felicidad para usted? ¿Cómo se puede alcanzar?
R.- La definición que encontré más útil se basa en las palabras de Helen Keller: 'La única definición de felicidad es plenitud'. Inspirado por Keller, describo la felicidad como la experiencia del bienestar integral de la persona. Cinco elementos lo constituyen: bienestar espiritual, físico, intelectual, relacional y emocional.
P.: Ha acuñado el término de Tasa de Felicidad (Felicidad Nacional Bruta) ¿Existen parámetros objetivos que permiten medirla? ¿Cuál es el camino que nos permiten incrementar este baremo?
R.: Sí, podemos medir absolutamente la felicidad, a través de cuestionarios, medidas fisiológicas o escáneres cerebrales. La clave para aumentar la FNS se centra en la educación. Así como todas las escuelas enseñan matemáticas y escritura, todas las escuelas deben enseñar a los estudiantes técnicas para mejorar su bienestar.
P.: ¿Cree que hay resistencia/reticencias a aceptar e implementar la "ciencia de la felicidad" en la escuela?
7.- Sí, y me entristece. El profesor Martin Seligman, considerado el fundador del movimiento de Psicología Positiva, comienza sus presentaciones sobre educación con dos preguntas: Como padre ¿Qué es lo que desearía para sus hijos? y ¿Qué aprenden los niños en la escuela?. Los resultados ilustran que hay muy poca superposición entre lo que enseñan las escuelas y lo que queremos que los niños aprendan.
A la primera pregunta, la mayoría enumera la felicidad, la bondad, la salud, las relaciones amorosas, la resiliencia, la satisfacción, la confianza, etc. La segunda pregunta genera una lista que incluye cosas como logros, matemáticas, conformidad, éxito, habilidades de pensamiento, disciplina etc.
Si bien es importante que las escuelas enseñen lo que está en la segunda lista, ¿por qué ignoran casi por completo la segunda? Sobre todo teniendo en cuenta el hecho de que si tienes estudios de felicidad en la escuela, los alumnos terminarán haciendo un mejor trabajo académico.
P.: En la práctica del día a día, ¿qué recomendaría a los alumnos para sentirse mejor y gestionar sus emociones y estrés? ¿Y a los profesores?
R.: Primero, date permiso para ser humano. Cuando aceptamos las emociones, como el miedo, la envidia o la tristeza, como algo natural, es más probable que las superemos. Rechazar las emociones, placenteras o dolorosas, conduce a la frustración y la infelicidad. La paradoja es que cuando aceptamos nuestros sentimientos, cuando nos damos permiso para ser humanos y experimentar emociones dolorosas, es más probable que nos abramos a emociones placenteras.
Lo segundo es participar en actividades que sean a la vez importantes y agradables. Las investigaciones muestran que una o dos horas de una experiencia placentera y significativa pueden afectar la calidad de un día entero, o incluso de una semana entera.
También es importante simplificar: comprometemos nuestra felicidad al intentar hacer demasiado. Saber cuándo decir "no" a los demás a menudo significa decirnos "sí" a nosotros mismos.
Según el profesor estadounidense israelí, otras cuestiones que deben incorporarse al día a día son: recordar la conexión cuerpo-mente; expresar gratitud -apreciar las cosas buenas de la vida- y priorizar las relaciones: "El predictor número uno de la felicidad es el tiempo que pasamos con las personas que nos importan y que se preocupan por nosotros".
El Congreso "Ciento Volando" que contará también con la presencia de Álvaro Marchesi o Fernando Trujillo, entre otros, abordará los retos actuales de la escuela.