Este grupo de investigación, formado por cuatro hombres y dos mujeres se ha prestado voluntario para descubrir cómo sería la vida en este planeta. El objetivo es tratar de obtener la máxima información sobre este asunto, pero también pretende captar el interés del público en general.
De momento, se trata de algo totalmente innovador. Situados en pleno desierto de Israel, los voluntarios tendrán que registrar su impacto psicológico del aislamiento. Para ello, dormirán en cápsulas y calcularán también la cantidad de agua, electricidad o comida que necesitarían.
La Agencia Espacial de Israel, por su parte, les ofrece todo su apoyo y su objetivo es trabajar en los resultados que se vayan obteniendo de este experimento marciano.