La lluvia de meteoros de las Eta acuáridas va a alcanzar su máxima actividad la primera semana de mayo, cuando tendremos una oportunidad de oro para su observación. ¿Cómo y cuándo ver las estrellas procedentes del cometa Halley?
La lluvia de meteoros de las Eta acuáridas es visible todos los años entre el 19 de abril y el 28 de mayo, cuando la Tierra atraviesa un anillo poblado con los fragmentos desprendidos del cometa 1/P Halley, que orbita alrededor del Sol cada 76 años. Desde la Tierra, el cometa se deja ver cada mucho tiempo. La última vez fue en 1986.
Las estrellas fugaces de las Eta acuáridas tienen una tasa de actividad de entre 40 y 85 meteoros por hora y una velocidad bastante alta, de unos 66 kilómetros por segundo. Si quieres disfrutarlas en condiciones, tendrás que estar atento y observar desde un lugar oscuro y sin nubes.
El 2022 será un buen año para la observación de las Eta acuáridas, puesto que la Luna será prácticamente imperceptible, tan solo unos días tras el novilunio (la nueva nueva).
La máxima actividad de la lluvia se espera que tenga lugar entre el 5 y el 6 de mayo, por lo que la mejor noche para disfrutar de estas estrellas será la del jueves al viernes, informa el Observatorio Astronómico Nacional del IGN (Instituto Geográfico Nacional).
La Luna creciente se ocultará a medianoche, permitiendo la observación de las Eta acuáridas a partir del momento en el que el radiante se sitúe por encima del horizonte, cuatro horas después de la medianoche.
El radiante es el aparente punto de origen de los meteoros, y su localización se utiliza para nombrar a la lluvia de estrellas. Así pues, las Eta acuáridas tienen su radiante en la estrella Eta de la constelación de Acuario.
Su observación es más favorable desde lugares ubicados cerca del trópico, como las islas Canarias, aunque también se verán de lujo en el resto de España siempre y cuando las nubes lo permitan.
El lugar de observación puede ser cualquiera con tal de que proporcione un cielo oscuro. Es preferible observar desde un lugar que tenga pocos obstáculos para la vista (como edificios, árboles o montañas), y no utilizar instrumentos ópticos que nos limiten el campo de visión. Aunque las Eta acuáridas parecen venir de la constelación de Acuario (de ahí su nombre), se pueden ver en cualquier parte del cielo. Conviene dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, en la dirección opuesta a la posición de la Luna si la observación se realiza cuando esta esté presente. Lo más cómodo es tumbarse y esperar a que la vista se acostumbre a la oscuridad, aconsejan desde el IGN.