Un equipo médico del Hospital del Mar y de la Organització Catalana de Trasplantament (OCATT), que ha analizado en un estudio los datos del Registro de Enfermos Renales de Cataluña, ha comprobado como un trasplante de un riñón procedente de un donante de más de 80 años a un paciente de más de 60 aporta un beneficio en calidad de vida frente al proceso habitual de diálisis.
María José Pérez Sáez, Dra. adjunta del Servicio de Nefrología del Hospital del Mar, indica que aunque el riesgo de morir durante el primer mes tras el trasplante es más alto que seguir con un proceso de diálisis, "a largo plazo el trasplante ofrece más supervivencia".
El resultado, publicado en la revista Transplantation, demuestra que pese a que los órganos de donantes de menos de 80 años poseen una supervivencia menor (86% a 1 año y 64% a 5 años, ante el 93% y el 83% de riñones de donantes más jóvenes), la supervivencia de los receptores un año después del trasplante es superior que en los pacientes que continúan tratamiento con diálisis.
Para obtener estos datos, el equipo científico examinó los datos ofrecidos por un total de 2.585 personas de más de 60 años en tratamiento renal sustitutivo incluidas en el Registro de Enfermos Renales de Cataluña y en la lista de espera para un trasplante de riñón entre los años 1990 y 2014.
En cualquier caso, la Dra. Pérez Sáez asegura que "es necesaria una selección cuidadosa del receptor, teniendo en cuenta su estado funcional y comorbilidades para evitar al máximo la mortalidad y complicaciones postintervención".
Julio Pascual, director del Área Médica y Asistencial del Parc de Salut Mar, jefe del Servicio de Nefrología y firmante del trabajo, señala además que "esta línea de trabajo, que aglutina esfuerzos de todos los hospitales trasplantadores de Cataluña, consolida el concepto que vamos confirmando estudio tras estudio: el trasplante con riñones de donantes de edad avanzada es mejor opción de tratamiento que la diálisis para los pacientes renales".