Los datos sobre la prevalencia de la variante delta (antes, india) en España no acaban de estar claros. Según Sanidad, estaría detrás de un 2,7% de los casos. Es el dato más reciente de que disponemos y sale del último informe de actualización de las variantes de interés y preocupación, del día 28 de junio.
En él leemos que “en España, la variante Delta (B.1.617.2) ha ido incrementando su porcentaje en los muestreos aleatorios hasta alcanzar un 2,7% en la semana 22 (con información preliminar de secuenciación en muestras aleatorias en SiViEs) de las variantes de mayor impacto e interés”. Ese dato, por tanto, corresponde a lo secuenciado en la semana del 31 de mayo al 6 de junio. Es decir, nos informa sobre cómo estaba la variante en España hace un mes.
Pero otras fuentes sitúan la prevalencia de la variante delta en España en porcentajes mucho mayores. Si consultamos la web Covariants, que informa sobre mutaciones y variantes de interés, con datos que provienen de las secuencias volcadas en GISAID y que se actualizan más a menudo, el porcentaje de prevalencia de la variante delta en nuestro país sería del 31%, a día 14 de junio.
Con estos datos tan dispares sobre la mesa, entrevistamos a una de las personas que mejor nos puede ayudar a clarificarlos. Fernando González Candelas, catedrático de Genética en la Universidad de Valencia, investigador de FISABIO y experto en secuenciación. Una de las dos personas que, junto con Iñaki Comas, sigue más de cerca la evolución de este coronavirus en España desde el inicio de la pandemia.
Con él tratamos de averiguar cuál es la prevalencia actual de esta variante, cómo será su evolución y qué nos queda por ver, todavía, en esta pandemia. A pesar de las vacunas, González Candelas advierte de que esto no ha terminado, que aún nos queda mucho coronavirus por delante.
Pregunta: ¿Qué pasa con los datos de la variante delta? ¿Cómo podemos saber cuál es su prevalencia actual en España? Hay bastante confusión al respecto.
Respuesta: Los datos de toda España, el único organismo que los tiene es el Ministerio de Sanidad, pero llegan con mucho retraso. Ahora estamos viendo los de finales de mayo. Es un dato real, pero va con mucho más retraso del que sería deseable. El dato más actual está muy retardado porque no todas las comunidades van informando al mismo ritmo. Los datos no corresponden a la situación actual general, desde luego, pero es que tampoco la tiene nadie, no es fácil.
Imagínese que un hospital, que tiene muestras del lunes y del martes, las secuencia muy rápido y sube los resultados a GISAID este viernes, y resulta que el 90% son de la variante delta. Esos datos pertenecen a un único hospital, que ha sido muy rápido, pero puede que, en otra zona de España, quizá otro hospital secuencie y solo haya un 5% de delta, y todavía no los haya subido a GISAID. Hay que tener cuidado con los datos, no siempre son representativos.
P: Pero de lo que ven ustedes a diario, ¿cuál es su impresión sobre la evolución de esta variante?
R: Vemos que realmente está aumentando. Y estoy convencido de que este aumento no es uniforme en toda España. No lo ha sido, tampoco, en ningún país. Es lo que suele ocurrir. Delta va aumentando, en general, pero en estos momentos, por ejemplo, en la Comunidad Valenciana, hay zonas donde supone un 20-30% de las secuencias, mientras en otras no llega al 5%.
¿Cómo van a haber influido en esto los últimos brotes? Pues todavía no lo sabemos. Pasará un poco lo que la lotería haga que pase. Si ha sido elegida como la variante que estaba en los brotes, delta se nos disparará, porque lo que se nos han disparado son las transmisiones. Y eso haría que esta variante se dispare mucho más que si se trata de muchas infecciones independientes.
P: ¿Es probable que desplace a la alfa y acabe siendo la variante dominante en España? Y si es así, ¿cuándo?
R: Es probable que se haya difundido más y que pase a ser dominante pronto, sí. Puede ocurrir que, en dos o tres semanas, cuando veamos los resultados de lo secuenciado ahora, nos encontremos que delta está por encima del 60% o el 70%, y eso no sería para nada sorprendente. Entonces sería la dominante, porque por encima del 50% ya es la que tiene mayoría absoluta.
P: ¿Hablamos de semanas o de meses?
R: Hablamos de semanas, no de meses. Posiblemente va a ser la dominante, como pasó con la variante alfa, porque además, en estos momentos, es la situación generalizada en casi todos los países. Y porque, en condiciones de igualdad, esta variante va a crecer un poco más rápido que las otras, es mucho más transmisible.
P: ¿Cuánto más transmisible?
R: En Reino Unido han hecho análisis, comparándola con la variante alfa, y han visto que es entre un 40% y un 60% más transmisible. Pero hemos comprobado también que no tiene repercusiones a nivel de la infección individual, que no hay una mayor mortalidad ni una mayor virulencia. Con ella, las vacunas funcionan igual de bien.
Esta variante explica un poco del aumento de los casos, pero solo un poco. En ese aumento es más importante el comportamiento de la población, de un segmento de la población en concreto. Y ese aumento de casos puede volver a provocar una presión importante en el sistema sanitario.
Ahora mismo hay mucha tensión en la Atención Primaria. Porque no hay gravedad en los casos, de momento, con esta variante, y los casos no graves donde ponen tensión es en la Atención Primaria: suponen muchas pruebas, consultas, entrevistas… Si habla con ellos, le dirán que están colapsados.
P: Además de su mayor transmisibilidad, no acaba de estar claro si esta variante tiene o no, también, cierta capacidad de evasión de la inmunidad.
R: No. Esta variante deriva de una que tenía una mutación asociada a un posible escape vacunal. Pero los datos no indican que, con esta, haya menor eficacia vacunal. Por el momento podemos estar tranquilos. La B1617.2 no tiene esa mutación E484K, y sin embargo es la que se ha extendido. Había tres subtipos en la B1617, y se ha impuesto la 2, pero es justo la que no tiene la mutación que se consideraba más peligrosa.
P: Pero, si tener esa mutación supone una ventaja para el virus, ¿por qué se ha impuesto la variante que no la tiene?
R: Porque todavía no estamos asistiendo a lo que me temo que va a ser la siguiente fase. El virus, ahora, se está extendiendo en población no inmunizada, y ahí le da igual tener esa mutación de escape o no tenerla. Al virus lo que le interesa es transmitirse, propagarse. En estos momentos, lo que manda es la transmisión. Pero cuando esté casi toda la gente vacunada, mandará la evasión.
Cuando llegue el momento en que la gran mayoría de la población esté inmunizada, sólo aquellas cepas del virus que puedan infectar a inmunizados podrán persistir en la población. Y ahí, la selección actuará muy fuertemente, favoreciendo a aquellos mutantes que sean capaces de infectar a personas inmunizadas.
P: ¿Eso va a ocurrir?
R: Eso va a ocurrir. Porque, a nivel mundial, vamos muy mal en cuanto a inmunización. Es impepinable que, en las zonas donde no hay suficiente inmunidad, sigan apareciendo variantes, con el riesgo de que algunas tengan alguna mutación que pueda infectar mejor a personas vacunadas. Es un riesgo que no podemos eliminar, aunque tampoco podemos decir que se va a producir con toda la seguridad. Es una posibilidad, pero con alta probabilidad de que suceda. Es por lo que estamos vigilando mucho las variantes.
En el momento en que empecemos a ver una variante que se extienda entre la población inmunizada, tendremos una posible variante de escape. Nos podemos ver en una situación en la que el virus se pueda extender entre población vacunada. Por eso es importante aumentar cuanto antes la población inmunizada, es clave. Pero en nuestro país y en todos, porque esto es un problema global.
P: Lo que cuenta son malas noticias. Muchos pensarían que, con la vacunación, ya estábamos más cerca del final, de decirle adiós a este coronavirus...
R: Bueno, si ocurre eso hay solución, habría que reformular la vacunación. Y las compañías ya están trabajando en ello.
P: Escuchándole nos queda claro que la delta no es, ni por asomo, la peor variante a la que nos tendremos que enfrentar.
R: No es la peor a la que nos podemos enfrentar, no, para nada.
P: ¿Nos queda mucho por ver en cuanto a variantes del virus?
R: Mucho, me temo que mucho. Los virus tienen una tremenda capacidad de cambio. Nosotros estamos poniendo presión, pero no con la suficiente velocidad para impedir que el virus evolucione. Y la variante de escape puede aparecer en cualquier sitio. Aunque siempre es más fácil que aparezca es zonas con poca población vacunada.
P: Erradicar este coronavirus, el SARS-CoV-2, ya sí que parece imposible…
R: El virus seguirá evolucionando, la erradicación completa la veo muy difícil. Solo lo hemos conseguido con un virus, el de la viruela. Y hemos logrado tener casi erradicada la polio. Es casi imposible.
P: ¿Cómo ve la situación a medio plazo? Pongamos, a dos años vista...
R: De aquí a dos años no creo que tengamos los problemas que estamos teniendo ahora, porque la gran mayoría de la población española estará inmunizada. No habrá casos graves, o serán muy escasos. Tendremos que mantener tener activa una vigilancia sobre que sucede en el resto del mundo. Y será posible que tengamos que revacunar. Yo me imagino que será una situación muy parecida a la de la gripe.
P: Lo que sí ha cambiado, con respecto a hace un año, es que ya no es un virus tan mortal. Al menos en los países más inmunizados, como España.
R: Es un virus mortal, pero ahora lo es en pocas ocasiones. Antes lo era porque colapsaba el sistema. Los fallecidos que hay ahora, en España, se cuentan por decenas. Porque el sistema ahora es robusto a ese nivel, tiene capacidad para responder. La gripe mata a mucha gente todos los años y no se considera una enfermedad mortal. Mi impresión con este virus es que acabará siendo algo parecido.
P: Parece claro que aún nos queda mucho coronavirus por delante…
R: Tenemos todavía coronavirus para una buena temporadita, sí.
P: Y en este momento, con la variante delta haciéndose fuerte en todo el mundo, ¿debemos estar más en situación de alerta o de alarma?
R: Más alerta, no más alarma. Como con las variantes anteriores.