Durante los últimos 100 años, se han encontrado muchos huevos y nidos de dinosaurios fosilizados, pero encontrar uno con un embrión perfectamente conservado en su interior es extremadamente raro. Este espécimen encontrado en China, parecido a un avestruz, tendría unos 70 millones de años y se retorcía aparentemente colocándose en la mejor posición para eclosionar.
Un grupo de investigadores ha informado del hallazgo en la revista iScience el 21 de diciembre, donde ha explicado los detalles del interesante descubrimiento.
Su estudio sugiere que los oviraptorosaurios (un grupo de terápodos estrechamente relacionados con las aves) adoptaron una postura de plegado distintiva antes de nacer, un comportamiento que se había considerado exclusivo de las aves. Surge la posibilidad de que el comportamiento de plegado haya evolucionado primero entre los terópodos no aviares durante el Cretácico, dicen los investigadores.
"La mayoría de los embriones de dinosaurios no aviares conocidos están incompletos con esqueletos desarticulados", explica en un comunicado Waisum Ma, de la Universidad de Birmingham, Reino Unido. “Esta postura no había sido reconocida antes en dinosaurios no aviares".
El embrión de dinosaurio fosilizado proviene de Ganzhou, provincia de Jiangxi, en el sur de China.
Había sido adquirido en 2000 por Liang Liu, director de una empresa llamada Yingliang Group, quien sospechaba que podría contener fósiles de huevos. Pero luego terminó en el almacenamiento, en gran parte olvidado hasta unos diez años después, cuando el personal del museo durante la construcción del Museo de Historia Natural de Piedra de Yingliang clasificó las cajas y desenterró los fósiles.
"El personal del museo los identificó como huevos de dinosaurio y vio algunos huesos en la sección transversal rota de uno de los huevos", dice Lida Xing, de la Universidad de Geociencias de China, en Beijing. Luego se prepararon los fósiles, revelando el embrión escondido en su interior, al que llamaron "Baby Yingliang".
En el nuevo estudio, Xing y sus colegas informan que la cabeza se encuentra ventral al cuerpo, con los pies a cada lado y la espalda doblada a lo largo del polo romo del huevo, en una postura previamente desconocida en un dinosaurio no aviar. Eso es especialmente notable porque recuerda a un embrión de pájaro moderno en etapa tardía.
La comparación del espécimen con otros embriones de oviraptorosaurio en etapa tardía sugiere que antes de la eclosión, los oviraptorosaurios desarrollaron posturas similares a las de las aves al final de su incubación. En las aves modernas, estos movimientos embrionarios coordinados están asociados con el plegado, un comportamiento que está controlado por el sistema nervioso central y es fundamental para el éxito de la eclosión.
La noción de que tal comportamiento previo a la eclosión puede haberse originado entre terópodos no aviares ahora se puede investigar más a fondo a través de más estudios de otros embriones fósiles. Pero primero, los investigadores dicen que continuarán estudiando este raro espécimen con aún más profundidad, utilizando varias técnicas de imagen para obtener imágenes de su anatomía interna, como los huesos del cráneo y otras partes del cuerpo que todavía están cubiertas de rocas.