De esta forma, un 10% de las mujeres que se encuentran en período gestante o de lactancia ha reconocido consumir solas o en compañía de sus parejas drogas ilegales como el cannabis. El análisis ha revelado como el diez por ciento de estos bebés se ven expuestos a esta sustancia. Ha sido realizado por el Comité de Salud Medioambiental en 2.400 parejas embarazadas en las Unidades de Salud Medioambiental Pediátrica de de la Región de Murcia y Cataluña.
Según dos profesionales médicos y miembros del Comité de Salud Medioambiental de la Asociación Española de Pediatría (AEP), Juan Antonio Ortega y Ferran Campillo López, estos datos son "extrapolables a todo España y constituyen una crisis silenciosa para el cerebro en desarrollo".
Cannabis perjudicial para el embarazo
El cannabis se sitúa, por detrás del tabaco y el alcohol, como la sustancia tóxica más consumida por las embarazadas y las madres lactantes en España. Entre las causas que más se achacan a este mal 'hábito' se encuentran que la madre esté expuesta a drogas ilegales, que el padre sea menor de edad, también un precario nivel de ingresos, el tabaquismo materno, el mayor consumo de alcohol de los padres así como el consumo de drogas ilegales en la pareja, siendo la conducta de la pareja un determinante de la exposición intrauterina a drogas ilegales.
A pesar de las alternativas medicinales empleadas con el cannabis en situaciones extremas, los expertos han señalado que consumir cannabis durante el embarazo y la lactancia afecta negativamente a la salud infanto-juvenil, ya que "existe una especial vulnerabilidad del sistema nervioso durante la etapa prenatal y postnatal a la acción del cannabis", ha señalado Ortega. El humo de la sustancia atraviesa la placenta y alcanza la leche materna, e incluso el cerebro fetal e infantil produciendo cambios en la expresión génica y en los niveles de los neurotransmisores.
Los efectos adversos del cannabis consiguen incluso permanecer en el tiempo, e influir en el desarrollo cognitivo del niño y el adolescente, ya que "impacta en la fertilidad masculina y femenina, aumenta el riesgo de aborto y parto prematuro durante el embarazo y está asociado a una mayor tasa de fracaso escolar, a conducta hiperactiva y falta de atención, y a un mayor riesgo de inicio en el consumo de drogas y delincuencia".
"Nuestra preocupación viene derivada de que el consumo y elevada exposición al cannabis ha permanecido estable en los últimos años. Muchos adultos en edad reproductiva no son conscientes de estos riesgos, por ello tenemos que insistir que los efectos son reversibles si no hay exposición durante los tres meses previos a la concepción", señala. Así, recuerda que "la ropa contaminada también puede ser una fuente relevante de exposición en la mujer embarazada".
Con el objetivo de concienciar sobre los problemas derivados de consumir cannabis, la AEP, a través de su Comité de Salud Medioambiental, ha creado un documento orientado a futuros padres, madres lactantes y profesionales sanitarios con el que pretende hacer visible e intervenir en los niños en riesgo por exposición al cannabis.
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