La Dragon de SpaceX supera con éxito su prueba de aborto de emergencia de despegue

  • La compañía de Elon Musk supera una prueba más para lograr que su cápsula suba astronautas al espacio

  • A bordo de la nave Dragon viajaban dos maniquíes que han monitorizado lo que experimentaría un ser humano en una eyección de emergencia como  la simulada este domingo

Era un simulacro, pero uno más que necesario. La NASA quiere estar absolutamente segura de que las naves espaciales en las que van a viajar sus astronautas pueda llevarlos al espacio, traerlos de vuelta, y en el caso de que algo falle, salvarles la vida.

Eso es, precisamente, lo que han ensayado este domingo en Cabo Cañaveral: un fallo crítico en el lanzamiento de la nave. Y todo ha salido bien. A eso de las tres de la tarde un cohete Falcon 9 de SpaceX, con una cápsula Dragon en lo alto, ha encendido los motores y despegado. Ha subido hasta los 12 kilómetros de altura y allí, para simular un fallo total, ha apagado sus motores.

En la retransmisión en directo de la prueba que ha podido seguirse en streaming en el canal oficial de Youtube de SpaceX, de repente, se contenía la respiración durante unos segundos. Lo que ha tardado en entrar en acción el sistema de eyección de la cápsula, que se ha activado a los 32 kilómetros de altura y ha lanzado la nave lejos del cohete.

El silencio se tornaba entonces en aplausos, que luego se han mezclado con algunos abucheos cuando el cohete ha estallado espectacularmente en el aire. Algunos pensaban que eso no formaba parte de la prueba, pero SpaceX afirma que sí. Que la explosión del Falcon 9 era parte del plan, y el plan estaba funcionando, aunque el examen aún no había terminado.

Tras la eyección de emergencia, la cápsula aún tenía que aterrizar, o en este caso amerizar, sana y salva. El júbilo se ha contenido durante unos minutos más hasta que los paracaídas se han abierto, también, como estaba previsto y la Dragon ha caído al mar.

En el interior de la nave iban dos muñecos de prueba, cargados de sensores, que servirán para estudiar las fuerzas G que los astronautas tendrían que haber soportado en caso de que el accidente hubiera sido real. Los datos recogidos dirán si habrían salido con vida o no, y en qué condiciones.

Una prueba crucial para la compañía de Elon Musk y para la NASA

La prueba de este domingo era muy importante tanto para SpaceX, como para la propia NASA. La Agencia Espacial Estadounidense lleva años dependiendo de las naves rusas Soyuz para llevar a sus astronautas a la Estación Espacial Internacional. Desde que se suspendió el programa de los transbordadores tras la explosión del Columbia cuando reentraba en la atmósfera en 2011.

La NASA quiere volver a tener el control de los lanzamientos y de los viajes de sus tripulaciones y quiere recuperarlo cuanto antes. Tan pronto como a mediados de este mismo año.

Una carrera espacial entre SpaceX y Boing

Corría el año 2014 cuando la NASA se propuso el reto de volver a lanzar a sus astronautas al espacio desde suelo estadounidense. La encargó la tarea a dos compañías. A la archiconocida Boing le dio 4.200 millones de dólares para lograrlo. A SpaceX bastante menos: 2.500 millones.

Con la prueba de este domingo la compañía de Elon Musk da un paso más en esa carrera en la que aún está Boing con su cápsula Starliner. El test se había previsto originalmente para mediados de 2109, pero se retrasó tras la explosión de una cápsula Dragon en abril cuando estaba a punto de disparar sus propulsores de aborto de lanzamiento mientras estaba anclada a un banco de pruebas. Aquello desembocó en una investigación, que concluyó la semana pasada, y que obligó a retrasar los plazos.