Un grupo de paleontólogos acaban de descubrir que el esqueleto del dinosaurio hallado en Neuquén, Argentina, es el más grande que ha vivido nunca en la Tierra. Lo empezaron a desenterrar en 2012, pero no es hasta que han reconstruido las 24 vértebras y trozos de hueso fosilizado que se han dado cuenta de su enormidad.
Los restos hallados en el lodo espeso en la Formación Candeleros en la provincia argentina de Neuquén, tienen corresponden a un dinosaurio que vivió hace 98 millones de años. Se trata de un titanosaurio, perteneciente a la familia de los saurópodos, de cuello extremadamente alto y cuya presencia se daba mayormente en América del Sur, según científicos del Conicet, el organismo nacional de investigación de Argentina.
A esta misma familia pertenece Patagotitan mayorum, el cual era considerado hasta el momento el dinosaurio más grande. Los más grandes conocidos de los saurópodos llegaban a medir 35 metros.
En el informe presentado por la revista Cretaceous Research presentan "un saurópodo titanosaurio gigante de la Formación Candeleros de la provincia de Neuquén, compuesto por una secuencia articulada de 20 vértebras caudales más anteriores más 4 posteriores y varios huesos apendiculares".
Los científicos sostienen que "se considera uno de los saurópodos más grandes jamás encontrados, probablemente superando en tamaño a Patagotitan".