El lupus es una enfermedad autoinmune sistémica que afecta a 75.000 personas en España, según un informe de la Sociedad Española de Reumatología (SER). Un tratamiento precoz y eficaz con inmunosupresores o inmunomoduladores puede evitar empeoramientos futuros.
El lupus eritematosos sistémico as lesiones cutáneas, la fotosensibiliad y el dolor o inflamación articular se sitúan como las manifestaciones predominantes de estos pacientes en el 70/80 por ciento de los casos, ha explicado el doctor Vicenç Torrente, reumatólogo del Hospital Comarcal de Vilafranca del Penadés (Barcelona),
Algunos estudios clínicos han concluido que la exposición solar puede ayudar a prevenir esta enfermedad y que aquellos pacientes que reciben antimaláricos durante largos periodos de tiempo presentan una menor incidencia de afectación renal.
El dolor articular suele afectar en un primer momento a las manos, pero a medida que se desarrolla la enfermedad puede dañar el sistema renal, neurológico y cardiopulmonar. En ese sentido, el especialista en reumatología señala que los síntomas pueden aparecer combinados en algunos casos con alteraciones analíticas y del estado general.
Torrente ha explicado que la mayoría de los casos de lupus son diagnosticados por reumatólogos, porque son los que presentan "mayor conocimiento en cuanto a la evaluación clínica musculo-esquelético y los signos de alerta y lesiones asociadas típicas de esta enfermedad".
El doctor Torrente, autor de una investigación publicada en la revista 'Seminars in Arthritis and Rheumatism', ha identificado un subgrupo de pacientes que presentan mayor riesgo de sufrir complicaciones graves, en los que una evaluación y tratamiento más intensos podría reducir la mortalidad.
Sin embargo, en los pacientes con menor riesgo, un tratamiento más estricto e intenso no sería necesario y así "se podrían evitar algunos de los efectos adversos que las medicaciones inmunosupresoras pueden producir a nuestros pacientes", ha explicado el experto.