Los investigadores acostumbran a ver partículas de la arena del Sáhara que han viajado hasta aguas muy lejanas pero nunca de este tamaño. Las encontradas en el mar Caribe son 50 veces más grandes de lo que los científicos pensaban que era posible transportar a una distancia tal a través de los vientos globales.
Los científicos insisten en que el papel de las grandes partículas en la atmósfera, con sus efectos inesperados de largo alcance, debería incluirse en los modelos climáticos en el futuro. Pero, ¿qué tienen que ver con el clima?
El polvo afecta el delicado equilibrio entre la luz solar entrante y el calor emitido desde la Tierra, el desarrollo de ciclones tropicales y la formación de nubes. Consecuencias que, poco a poco, perturban la vida en los océanos y provocan cambios en la atmósfera como los citados.
Durante tres años (entre 2013 y 2016) los científicos encargados de la investigación, dirigida por el Instituto Real de los Países Bajos para la Investigación del Mar (NIOZ), pensaron que las partículas que viajaban por el Atlántico medían entre 0,01 y 0,02 milímetros como mucho. Imagínate su sorpresa al descubrir que las encontradas en el Caribe medían 0,45 mm.
¿Cómo afecta a la vida marina del Caribe?
Las partículas de arena viajan con las nubes. Estas descargan al llegar a las aguas caribeñas con gotas muy ácidas debido al polvo que contienen y, además, se hunden más rápido porque son más grandes y pesan más. Normalmente las gotas no alcanzan el fondo marino y, al hacerlo en este caso, afectan al crecimiento de las algas y, en general, a las cadenas alimentarias y el ciclo del carbono del océano.
La clave podría estar en la gravedad
Michele van der Does, investigadora de NIOZ y autora principal del estudio, asegura que "el hecho de que partículas de polvo más grandes permanezcan flotando en la atmósfera durante mucho tiempo se considera que está en conflicto con las leyes físicas de la gravedad. Mostramos que a través de una combinación de fuerzas y los movimientos en la atmósfera los grandes gránulos de polvo pueden permanecer en la atmósfera por más tiempo y tener su influencia allí".
Acostumbramos a ver arena sahariana pero lo hacemos de otra manera: depositadas en nuestros coches o como causa de cielos anaranjados, como pasaba hace poco en las Islas Canarias, donde no es novedoso ver calima fruto de los vientos que llegan del desierto.
Otra posible explicación: las fuerzas eléctricas
"La carga de las partículas y las fuerzas eléctricas asociadas son una explicación que está siendo explorada", decía uno de los investigadores. Que continuaba explicando que este viaje de la arena "es significativo porque estas partículas influyen en la transferencia de radiación alrededor de la Tierra y en los ciclos de carbono en los océanos".
El papel de las grandes partículas de polvo, especialmente el cuarzo, tanto en la formación de nubes como en el ciclo del carbono en los océanos se había subestimado hasta el momento.
En los modelos de predicción del cambio climático no se consideraba esta influencia porque no se había pensado, como decíamos, que los gránulos pudieran persistir en la atmósfera, como desvela este estudio. La investigación podría, por tanto, cambiar la manera en que los científicos pronostican los efectos del calentamiento global.