El ilusionista extremo –como se hace llamar– David Blaine ha conseguido superar su hazaña más ambiciosa: cruzar el desierto de Arizona agarrado a globos de helio. Al estilo ‘Up’ o, para los clásicos, al estilo del cortometraje ‘Le Ballon Rouge’, el mago ha ascendido a casi 8.000 metros de altura –la del Monte Everest– el miércoles 2 de septiembre, mientras se retransmitía todo en directo en YouTube. Tardó menos de una hora.
Lo último que hizo antes de ascender a más de 7.500 metros fue despedirse de su hija, que siguió su vuelo en directo y pudo comunicarse con él. Entre los retos que dificultaban la proeza, estaban la posibilidad de quedarse sin oxígeno, de sufrir hipotermia o de caer el vacío. Por ello era fundamental controlar el viento, la presión, la altitud…Cosas que tuvo que aprender antes de lanzarse a la atmósfera.
Además el paracaídas iba cerrado, y esto le obligaba a abrirlo cuando se encontraba a unos 7.000 m sobre la superficie mientras buscaba un lugar donde aterrizar a salvo, sin cables eléctricos ni árboles en el camino.
Un desafío que ya se le ocurrió en 2008, cuando pensaba terminar su truco realizado en el Central Park de Nueva York levitando “hacia el cielo nocturno sujeto a un montón de globos", según contó el mismo, palabras que recogió el ‘Daily Mail’. Finalmente no solo no voló con globos sino que además se armó bastante revuelo porque el truco que consistió en estar suspendido boca abajo durante 60 horas no convenció a los neoyorquinos, en parte porque descansaba cada hora, informó la publicación de este medio británico.
El vídeo de David Blaine atravesando el desierto de Great Basin de Arizona ha batido un récord como el evento en vivo de YouTube Originals más visto con más de 770.000 espectadores. Un día después, a jueves 3 de septiembre, el vídeo tiene ya más de 6 millones y medio de visualizaciones. La expectación era máxima, en parte por su ‘background’ atrevido.
El ilusionista ha realizado trucos en el pasado con títulos como ‘Electrificado’, en el que un millón de voltios le alcanzaron sobre un muelle a más de 6 metros en Nueva York. Otro fue su ‘Enterrado vivo’, que consistió en estar una semana metido en un ataúd sumergido en un tanque lleno de agua de 3 toneladas.
Aunque si hablamos de un truco temerario, en lo más alto del podio estaba, antes de sobrevolar Arizona, su ‘Captura de bala’. Lo ha realizado pocas veces, y en una de ellas por poco pierde la vida. La magia consistía, como sugiere su nombre, en atrapar una bala con la boca, que sería disparada con un rifle por un ayudante. Pero algo salió mal. Su protector de la boca se rompió y el propio creyó que le había matado atravesándole la garganta, como narró después.