Los abuelos y las abuelas consienten a los niños y les dan muchos dulces y comida grasienta, según afirma un nuevo estudio. También permiten que los niños pasen demasiado tiempo en casa, jugando a la consola o viendo la tele, sin embargo, no les incitan tanto a que salgan y jueguen en la calle, según informa Mirror.
Además, en numerosas ocasiones fuman delante de los niños, lo que les expone al humo del tabaco, convirtiéndolos en fumadores pasivos, y normaliza un hábito poco saludable, aunque los científicos advierten que estos riesgos que pueden sufrir los niños que se quedan con sus abuelos no son intencionados.
Estas reivindicaciones están basadas en una revisión de una investigación que medía la influencia de los abuelos en el estilo de vida de los niños que podían presentar síntomas de cáncer en el futuro.
El líder de la investigación, el doctor Stephanie Chambers, de la Universidad de Ciencias de la Salud Pública de Glasgow, en Escocia, ha declarado que los abuelos no son el foco de los mensajes de salud pública, que están dirigidos, generalmente, a los padres y, por lo que refleja este estudio, parece que esto es algo que debe cambiar dado el papel tan importante que juegan los abuelos en la vida de los niños.
Algunos estudios previos ponían la mirada en cómo los padres influían en las posibilidades de que los niños tuvieran cáncer y otras enfermedades en su vida adulta, pero sin embargo no se había puesto tanta atención en otros individuos que cuidan de los niños y que pasan gran cantidad de tiempo con ellos, como los abuelos.
El equipo de investigadores analizó 56 estudios realizados en 18 países que recogían la influencia que tenían los abuelos en las vidas de sus nietos. Los investigadores observaron que el efecto que causaban en la vida de los niños era negativo.
Aunque pretenden que los dulces que les ofrecen sean vistos como algo positivo para ellos, en realidad están poniendo la salud de los niños en peligro. Fumar, una dieta poco variada, el exceso de peso y una falta de actividad física incrementan, como ya sabemos, las posibilidades de desarrollar cáncer y se estima que los factores asociados con el riesgo de cáncer a largo plazo se experimentan por primera vez dentro del entorno familiar.
Otros factores sociales, como el aumento de la proporción de mujeres que trabaja, incrementa el coste que supone el cuidado de los niños, y con el incremento de los padres solteros, cada vez son más los niños que acaban siendo cuidados por sus abuelos.
El estudio concluyó que un cuidado excesivo de los niños por parte de los abuelos es un problema, debido a que éstos les dan comidas que, aunque hechas con cariño, están elaboradas con ingredientes poco saludables.
El estudio también demostró que hasta cierto punto, el impacto negativo en la dieta y el peso se equilibró con un hallazgo más positivo en relación a la actividad física. Los abuelos suelen apoyar a los niños que realizan actividades deportivas, a menudo proporcionándoles acceso al espacio necesario.
Ninguno de los estudios revisados tuvo en cuenta el beneficio emocional de los niños que pasan tiempo con sus abuelos, según señalaron los autores.