Podemos pensar que solo hay problemas en el campo con fenómenos torrenciales como lluvias tormentosas fuertes o granizos de gran tamaño. Cuesta creerlo, pero un cielo azul puede ser igual de letal. El potentísimo anticiclón, que ha impedido el paso de nubes en los últimos meses, unido a las altas temperaturas, ha producido un adelanto en la floración de buena parte de los cultivos de este país.
La historia tendría feliz (no hay evidencias de un gran impacto en las cosechas solo por estabilidad) de no ser porque el invierno no había dicho aún su última palabra. Y teniendo esto en la cabeza los ganaderos, que ya se temían hace unas semanas lo peor, han confirmado sus peores sospechas: que el regreso del invierno paralizaría la floración y que todos esos frutos que estaban naciendo se están echando a perder.
Albaricoqueros, almendros, melocotoneros, pistacheros, viñedos y nectarinas son algunos de los árboles que mientras lees estas líneas sufren por el regreso de unas heladas que hacía semanas que no los visitaban, y que en apenas una semana se han quedado sin producción. Una semana.
La región con diferencia más afectada por esta situación es Murcia. Allí a estas alturas del año apenas llueve o hace frío, por lo que la irrupción de aire polar, después de que ya había mucho campo floreciendo, ha sido un mazazo importante.
Para hacernos una idea de lo grave de la situación, un dato: la Consejería de Agricultura ha confirmado esta semana que se ha perdido el cien por cien del albaricoque en las poblaciones murcianas de Bullas, Caravaca de la Cruz, Cehegín y Moratalla.
No es la única región. Otras afectadas por las heladas, tanto de estas heladas como de las últimas dos semanas, son la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Aragón y amplias regiones de Andalucía. En Albacete también ha acabado en tragedia, en este caso por el almendro. Allí las heladas "han causado graves daños que han llegado al cien por cien", según Agropopular.
Este escenario crítico se desarrolla apenas una semana después de que los agricultores miraran con recelo el tiempo, esperando lluvias a las puertas de una histórica sequía. Sin embargo, el hecho de que hayan llegado con una masa de aire polar, lejos de beneficiar al campo, le ha perjudicado aún más.
Ahora queda esperar a que las heladas vayan amainando. De momento las predicciones para los próximos días no son nada buenas: el viernes y el sábado el temporal invernal llegará a su máximo apogeo, con nevadas en numerosos puntos de las montañas y la cota de nieve situándose por debajo de los 1000 metros. Además, las temperaturas volverán a desplomarse con heladas generalizadas, tal y como se ve en blanco en los mapas de mínimas para el sábado. Existe una probabilidad bastante grande, por tanto, de que más campos se vean afectados por este ambiente en los próximos días.
*Imagen: temperaturas mínimas previstas para el sábado, 6 de abril / @crballesteros