CrowdedCities es el nombre de la empresa holandesa que ha diseñado esta iniciativa. Básicamente, consiste en entrenar a cuervos para que recojan los restos de tabaco que la personas tiran en calles, parques y jardines de Amsterdam. Para conseguir que los animales ejecuten este trabajo a cambio les dan comida: un trabajo a cambio de una recompensa.
¿Cuervos adictos?
Pero no cualquier cuervo vale. Los animales que adiestrarán son lo que ya habiten en zonas urbanas, evitando así un desajuste extra del ecosistema. Algunos ya se han quejado de la iniciativa, porque dicen que los elementos tóxicos de las colillas (como la nicotina), puede afectar y volver adictos a los animales.