A propósito de este tema, el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciones, repartido en tres jornadas a partir del 13 de abril en Ámsterdam (Países Bajos), tratará el tema de los agentes contaminantes de las cortinas con MDRO en las salas de los centros de enfermería especializada.
Para evaluar el resultado, los expertos emplearon un mecanismo de cohorte prospectivo en seis centros en el sureste de Michigan, obteniendo muestras de cultivos bacterianos procedentes de diferentes partes del organismo del paciente, así como de superficies de alto contacto en la habitación. Las muestras se tomaron en el momento de la admisión y se repitieron 14 días después, 30 días en un segundo examen y meses después en el último estudio.
Las cifras de obtenidas por 1.521 muestras en 625 habitaciones se extrajeron de los bordes de las cortinas de privacidad donde se tocan con más frecuencia. El experimento se centró en analizar la relación entre las bacterias encontradas en los pacientes y la contaminación de MDRO en el elemento separativo. De esta manera, los expertos querían comprobar si los gérmenes eran intermitentes o si persistían en pacientes con 6 meses de seguimiento.
Como conclusión, el 22% de los cultivos procedentes de cortinas de privacidad resultaron positivos para las bacterias multirresistentes, con tasas de contaminación que varían de 11,9 al 28,5 % entre las diferentes instalaciones. Mientras, el 13,8% estaban contaminados con enterococos resistentes a la vancomicina; 6,2% con bacilos gramnegativos resistentes; y 4,9% con 'Staphylococcus aureus' resistente a la meticilina. El equipo no descubrió diferencias estadísticas importantes en los índices de contaminación entre las habitaciones individuales y compartidas.