Cómo proteger tu teléfono móvil en la playa
La exposición directa al sol puede provocar un problema de sobrecalentamiento
La arena de la playa se puede meter en el puerto USB, micrófonos o rendijas
La sal del mar puede dañar nuestro dispositivo, aunque sea resistente al agua
El mes de agosto acostumbra a las imágenes de numerosos ciudadanos disfrutando de las costas e islas del territorio nacional. Las redes sociales recogen gran parte de esos viajes, por lo que muchos usuarios no pueden irse sin sus fotos en el mar. Pero hay que tener algo en cuenta, debemos proteger el teléfono móvil en la playa para no perder todos esos recuerdos.
Existen una serie de elementos que pueden dañar tu teléfono en la playa. La exposición directa al sol, la arena y la humedad son los principales factores. Además, pese a que muchos móviles son resistentes al agua -con certificación IP68-, la salinidad del mar puede dañarlos. Ante estos riesgos, es recomendable seguir varios consejos.
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Los riesgos del sol y la arena para los teléfonos móviles
Coger el móvil de vez en cuando para ver las redes sociales o escuchar música es algo habitual entre muchos ciudadanos cuando están en la playa. Algunos lo quieren tener cerca, en la toalla, pero olvidan que el sol y la arena pueden ser muy perjudiciales.
La exposición directa al sol puede provocar un problema de sobrecalentamiento que acabe dañando algún componente interno del teléfono móvil. Por ello, cuando no estemos utilizándolo, se recomienda dejarlo siempre debajo de la toalla o en una zona que tenga sombra (sombrilla, ropa o mochila, entre otros).
La arena también presenta riesgos. Se puede meter en el puerto USB, la salida de micrófonos y otras rendijas del móvil. Además, los pequeños trozos de roca pueden provocar rayones en la pantalla del dispositivo. Lo aconsejable en este caso es evitar el contacto del teléfono con la arena en todo momento.
La salinidad del mar, otro elemento a tener en cuenta
Las fotografías en el mar son una estampa clásica de la temporada veraniega. Muchos se atreven a tomar capturas incluso mojándose los pies, pero se pueden quedar sin móvil, o con uno inservible, si este se les resbala de las manos o se les cae. La corrosión dañará cualquier componente. La salinidad es perjudicial, pese a que un dispositivo sea resistente al agua.
Para evitar el clásico despiste de meterse en el agua con el teléfono en el bolsillo, además de sentido común, se recomiendan las fundas impermeables. De esta forma, evitaremos problemas cuando vayamos con el móvil a la playa. Existen modelos universales para todo tipo de smartphone.
Los ladrones en las playas
Otro factor de riesgo son los ladrones. Los productos electrónicos tienen una salida muy rápida en el mercado negro, por lo que las autoridades advierten sobre la importancia de protegerlos. En las playas se han registrado numerosos robos de móviles.
Ante este peligro, lo mejor es dejar el móvil a la vista cuando no estés cerca para vigilarlo. También, otra opción, es dejarlo escondido en el bolsillo de un pantalón, en el de otra prenda, o incluso debajo de la toalla. En este último caso, se puede poner otra toalla para evitar que el teléfono entre en contacto con la arena.