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Iba a ser el gran hito del 2020 para España. El satélite SEOSAT-Ingenio orbitaría la Tierra obteniendo imágenes en alta resolución que ayudarían a elaborar estudios sobre desastres naturales y el impacto del cambio climático, entre otros. Pero el cohete Vega, de la compañía Arianespace, se desvió a los 8 minutos de ser lanzado desde la Guayana Francesa. El mismo cohete que, el año pasado, también falló en una misión conjunta con los Emiratos Árabes.
El resultado es una misión de 200 millones de euros perdida. Una comisión de investigación de la Agencia Espacial Europea y Arianespace está buscando el fallo que ha arruinado los planes de España y Francia de orbitar sus respectivos satélites.
Todo parecía ir bien. La misión con la nave espacial Falcon Eye-1 de los Emiratos Árabes Unidos abordo iba según lo previsto. El cohete Vega despegó a una velocidad de 1,78 kilómetros por segundo y la primera etapa se separó como debía. Pero durante la segunda etapa de separación del cohete, el motor Zefiro 23 no se encendió correctamente.
“El gas caliente, que se quema a más de 3.000 grados Celsius, dañó o quemó la estructura de fibra de carbono en la segunda etapa. La falla estructural llevó a la ruptura en vuelo del vehículo de lanzamiento con el satélite Falcon Eye-1”, publicó ‘Spaceflight Now’. Poco después, la trayectoria del cohete se desvió de la nominal.
En esta ocasión, las primeras tres etapas funcionaron nominalmente hasta el encendido de la etapa superior AVUM (Attitude and Vernier Upper Module), ocho minutos después de la salida de la plataforma de lanzamiento. En ese momento se detectó una trayectoria degradada, seguida de una pérdida de control del vehículo y la posterior pérdida de la misión española.
Investigaciones iniciales realizadas tras el fracaso de la misión con los datos disponibles, apuntan a que un problema relacionado "con la integración del sistema de activación de boquillas AVUM de la cuarta etapa del cohete Vega es la causa más probable de la pérdida de control del lanzador".
Según un comunicado del operador comercial de transporte espacial Arianespace, la Comisión proporcionará pruebas detalladas "para explicar por qué no se tomaron medidas para identificar y corregir el error de integración".
La Comisión formulará una hoja de ruta para el regreso del cohete Vega al vuelo en condiciones de total confiabilidad. Arianespace y la ESA presentarán conjuntamente las conclusiones de esta comisión. Un procedimiento similar al que vimos tras el fallo de julio de 2019.
Como propietaria del cohete, Arianespace expresa sus más "profundas disculpas" a los clientes y fabricantes de satélites involucrados en esta misión.
SEOSAT-Ingenio iba a ser todo un hito al ser el primer satélite 100% español, que se encargaría de 'vigilar' desde el espacio el estado de los suelos, del agua, del aire, e incluso la contaminación de las ciudades.
Liderado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), el coste total del Gobierno en este proyecto, iniciado en 2008, ronda los 200 millones de euros. Ha sido la primera vez que España diseña y desarrolla un sistema completo espacial. De hecho, los contratistas principales, el subsistema, los equipos, los operadores y la explotación comercial ha sido española.
Entre su instrumental de vanguardia destacaba una cámara dual de última generación que puede tomar imágenes de la Tierra con una resolución de 2,5 metros.