El tratamiento con dos anticuerpos monoclonales puede mantener la supresión del VIH y reducir la carga viral en ausencia de terapia antirretroviral, según los resultados de dos pequeños ensayos clínicos, publicados esta semana en las revistas Nature y Nature Medicine, que han sido llevados a cabo por investigadores de la Universidad Rockefeller, en Nueva York.
Los infectados por VIH requieren tratamiento con antirretrovirales de por vida para suprimir el virus. Las interrupciones de la terapia pueden causar la reactivación de los reservorios virales. Estudios previos ya habían indicado que los anticuerpos monoclonales anti-VIH podrían representar una alternativa en el tratamiento de la enfermedad, según SINC.
“Una administración pasiva de anticuerpos neutralizantes de amplio espectro, denominados bNAbs, representa una alternativa potencial a la terapia antirretroviral porque no tienen apenas efectos secundarios, neutralizan el virus, activan el sistema inmune y tienen vidas medias mucho más largas”, explica la española Pilar Mendoza, investigadora en laboratorio de Michel C. Nussenzweig de la universidad neoyorquina y primera firmante del estudio publicado en Nature.
En este ensayo, que ha contado con financiación de la Fundación Bill y Melinda Gates, un total de 15 participantes recibieron tres infusiones de la terapia combinada de anticuerpos a intervalos de tres semanas después de suspender el tratamiento con antirretrovirales.
“Los participantes cuyas cepas virales eran sensibles a los anticuerpos mantuvieron una carga viral indetectable durante un periodo que varió entre 15 y más de 30 semanas. Además, cuando se restableció la carga viral, al menos uno de los dos anticuerpos había sido metabolizado y, por tanto, eliminado del sistema" según Mendoza.
"Como consecuencia, si uno de los dos anticuerpos seguía en circulación y el otro no, los virus emergentes mostraban resistencia a ese anticuerpo remanente, pero no eran capaces de proliferar mientras ambos anticuerpos estaban presentes”, concluye.
En el segundo ensayo, publicado en Nature Medicine, se llevó a cabo con siete participantes con virus en el torrente sanguíneo que no habían recibido terapia antirretroviral y a los que se administró entre una o tres infusiones de la terapia combinada de anticuerpos durante un período de un mes. El tratamiento dio como resultado una carga viral reducida que persistió entre tres y 16 semanas, dependiendo de la carga viral inicial y de la sensibilidad viral del participante.
Mendoza destaca que “un inconveniente de estas terapias combinadas de anticuerpos monoclonales es que estos resultados prometedores son aplicables únicamente a las personas infectadas con variantes virales que sean sensibles a esas combinaciones. Lo cual supone un 48% de los infectados”.