El doctor Gino D’Angelo es la persona que ha liderado la investigación, ya que estaba trabajando en el Departamento en el momento en el que el hombre llevó a la criatura.
El doctor, fascinado ante la rareza del animal, lo congeló hasta que tuviera el tiempo suficiente para analizarlo detenidamente. “Es impresionante y muy raro. No podemos estimar la rareza de esto. De las decenas de millones de cervatillos que nacen anualmente en Estados Unidos, es muy probable que haya anormalidades en la naturaleza que ni si quiera conocemos”, explica D’Angelo, que también trabaja en la Universidad de Georgia.
A la hora de examinar el animal, fue necesario diseccionarlo aunque antes le realizaron varias radiografías. En ellas se observa que el animal posee dos cuellos, aunque su columna vertebral se une en una sola. Comparte los pulmones y el hígado, pero posee dos bazos, dos corazones y dos tractos intestinales.
Tras examinar los pulmones, el doctor concluyó que el animal nació muerto ya que nunca había respirado. “Su anatomía índica que los cervatillos nunca podrían haber sido viables. A pesar de que los encontraron en una posición natural, esto sugiere que su madre intentó cuidarlos después de dar a luz. El instinto maternal es muy fuerte”, informa el doctor en declaraciones recogidas por The Independent.
Estos resultados así como toda la investigación han sido publicados por el doctor en American Midland Naturalist.