El profesor israelí Jonathan Gershoni, de la facultad de biología celular y biotecnología molecular de la Universidad de Tel Aviv (TAU), dijo que tiene desarrollados dos tercios de una vacuna para el coronavirus, en un informe publicado por 'The Jerusalem Post'.
A pesar de la afirmación, Gershoni explicó que, si bien ha progresado bastante, la vacuna podría tardar todavía más de un año en desarrollarse. Añadió que la vacuna apuntaría al RBM, que es un punto débil crítico del COVID-19.
El RBM es lo que permite que el virus se adhiera e infecte una célula objetivo. El RBM es una pequeña característica de la proteína 'espiga' del virus, lo que significa que la enfermedad usa muchas proteínas diferentes para replicarse e invadir las células, según Gershoni, quien ha estado estudiando virus durante 15 años.
Debido al tamaño de la RBM, que es una estructura tridimensional altamente compleja y de solo 50 aminoácidos de largo, será muy difícil para su reconstitución funcional. Sin embargo, sería extremadamente eficaz como base para una posible vacuna.
Gershoni desarrolló originalmente el diseño de la vacuna dirigida a la RBM en respuesta al SARS CoV, que estalló en 2004, y más tarde para el MERS CoV. "Lo que descubrimos fue que pudimos reconstituir, crear un motivo de unión de receptor funcional, y fue entonces cuando solicitamos la patente en 2015", afirmó el profesor a 'The Jerusalem Post'.