Una investigación realizada en Estados Unidos ha concluido que el olfato de los perros puede detectar el 97% de los casos de cáncer de pulmón. Esta es la primera causa de muerte por esta enfermedad en todo el mundo, tanto para mujeres como para hombres.
El estudio lo llevó acabo el Colegio de Medicina Osteopática de Lake Erie. Para ello, contaron con la ayuda de tres perros de la raza beagle, que demostraron con éxito que son capaces de identificar el cáncer de pulmón por el olor, un primer paso para identificar biomarcadores específicos para la enfermedad.
Después de ocho semanas de entrenamiento, los beagles, elegidos por sus genes de receptores olfativos superiores, pudieron distinguir entre muestras de suero sanguíneo tomadas de pacientes con cáncer de pulmón maligno y controles sanos. Según los investigadores, las habilidades de los perros pueden llevar al desarrollo de medios efectivos, seguros y económicos para la detección masiva del cáncer.
"Estamos utilizando los perros para clasificar las capas de olor hasta que identifiquemos los biomarcadores reveladores. Todavía hay mucho trabajo por delante, pero estamos avanzando bien", ha señalado el autor principal de este estudio, Thomas Quinn, DO, Lake Erie, publicado en la Revista de la Asociación Osteopática Americana.
El estudio no ha terminado y el doctor Quinn y su equipo están a punto de concluir la segunda fase. En ella, los perros están trabajando para identificar el cáncer de pulmón, mama y colorrectal utilizando muestras de la respiración de los pacientes. Los investigadores dicen que los hallazgos sugieren que los perros son tan eficaces en la detección del cáncer con este método.
En la siguiente fase, tienen previsto fraccionar más las muestras en función de las propiedades físicas y químicas, para que los perros identifiquen los biomarcadores específicos de cada cáncer. Su objetivo es desarrollar un producto de detección sin receta, similar a una prueba de embarazo, en términos de costo, simplicidad y disponibilidad. El doctor Quinn visualiza un dispositivo que alguien puede respirar y ver un cambio de color para indicar un resultado positivo o negativo.
En la actualidad, la detección y las imágenes para el cáncer de pulmón son costosas y no siempre fiables. Por ello, el doctor Quinn cree que su investigación puede conducir a mejores soluciones de detección y diagnóstico, lo que podría generar un cambio en la detección del cáncer. "En este momento, parece que los perros tienen una mejor capacidad natural para detectar el cáncer que nuestra tecnología más avanzada. Una vez que descubramos lo que saben y cómo, podremos ponernos al día", concluye el experto.