Para los que aún no creen en el cambio climático: cosas raras que están pasando en los últimos meses en el mundo
1.- Las históricas lluvias de Japón (y la mortal ola de calor)
Hacía tiempo que no llovía tanto en Japón. Entre el 28 de junio y el 8 de julio, miles de personas vieron cómo sus vidas acababan destrozadas por unas inundaciones que no parecían tener fin. El resultado: 150 fallecidos y más de 10.000 casas arrasadas por el agua. Pocas semanas después, una mortal ola de calor
2.- El supertifón María
Este tifón, el primero de categoría 5 de la temporada, se ha llevado todo por delante en Taiwan y las islas al sur de Japón. Con vientos sostenidos de 175 km/h y ráfagas de hasta 250 km/h, sigue a su paso por el océano Índico hacia el noroeste.
3.- Temperaturas raras, raras, raras…
42,6ºC. Esa ha sido la temperatura mínima más calurosa registrada, y pasó hace pocos días, el 28 de junio, en Quriyat, en la costa de Omán. Mientras, en el Sáhara los termómetros tocaban techo con 51ºC el 5 de julio, pocos días después, convirtiéndose en la temperatura más alta (confiable) jamás registrada en Argelia.
4.- Olas de calor mortales en Canadá
En Canadá se ha registrado en las últimas semanas una ola de calor combinada con alta humedad, lo que llevó a docenas de personas a perder la vida, sobre todo ancianos. Mientras tanto, en la parte este del país, el clima invernal se reactivó con temperaturas de -1ºC, lo cual no ocurría desde 1996.
5.- Calor extremo en Europa
Aunque no lo hayas notado en España, este último junio ha sido uno de los más secos y cálidos de la historia para algunos países de Europa. Y de hecho, en algunos casos el mes siguiente ha continuado esta tendencia. Es el caso de Reino Unido, donde durante 16 días se han superado los 28ºC, algo rarísimo en el país. Y a nivel mundial, junio ha sido el tercer mes más cálido registrado en 138 años.
Relación con el cambio climático
Tal y como ha informado la Organización Meteorológica Mundial (OMM) a través de un comunicado, si bien "no es posible atribuir los eventos extremos individuales de junio y julio al cambio climático, son compatibles con la tendencia general a largo plazo debido al aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero". Es decir, aún no podemos decir si cada caso es resultado único y exclusivo de este periodo de transición, pero la tendencia es que ocurran de forma más habitual.
Además, la agencia meteorológica insiste en que muchos estudios recientes han encontrado que el aumento de esta probabilidad ha estado condicionado por la actividad humana, ya sea directa o indirectamente. "De un conjunto de 131 estudios publicados entre 2011 y 2016 en el Boletín de la Sociedad Meteorológica Americana, el 65% encontró que el la probabilidad del evento se vio significativamente afectada por las actividades antropogénicas", resume.
En cuanto a las lluvias, parece que a los científicos les está costando encontrar evidencias reales de que existe una influencia antropogénica. Desde la OMM dicen que esto se debe a que la señal climática subyacente a largo plazo en las precipitaciones extremas es menos clara que la temperatura y porque los eventos de precipitación extrema se desarrollan en menos espacio de tiempo que los de temperaturas extremas, como las olas de calor.