Tormentas y cuarentena, combinados, tienen algo muy positivo: no nos mojamos porque estamos en casa y encima podemos sacar fotos de los rayos mejor que nunca. Tenemos más tiempo para aprender cómo hacerlo, más visibilidad porque hay menos contaminación lumínica y ambiental, y oportunidades no nos faltan porque está haciendo un tiempo de perros. Si te apetece, prepara la cámara y ¡al balcón!
Fotografiar el cielo no es fácil, ya quieras captar las estrellas, la Luna, un eclipse o los rayos. Los siguientes consejos irán enfocados a esto último, porque lo que se avecina estos días son unas tormentas de agárrate, pero algunos te servirán también para otras ocasiones.
La visibilidad es fundamental. Da igual si es jardín, balcón o ventana, pero es importante que veas bien y estés cómodo. Si por ejemplo tienes justo delante un edificio enorme o un sauce monstruoso, ve a otra parte porque ahí, complicado. Si tienes trípode, te resultará de mucha ayuda para mantener la cámara más estable.
Si tienes un objetivo gran angular, tu ángulo de visión será mayor y por tanto captarás fotos más panorámicas, como suele hacerse con las imágenes de paisajes. Esto te sumará posibilidades a la hora de sacar una buena instantánea.
Si no tienes, no te preocupes. En realidad, incluso los móviles de hoy en día suelen tener cámara gran angular. Para entendernos, por si te toca regularlo, lo óptimo sería una distancia focal de entre 34 y 18 mm. Si lo vas a ajustar, sea móvil o cámara, es fundamental que esté en modo manual.
A continuación veremos cómo jugar con la exposición para que el rayo salga lo más nítido posible, pero para empezar, ajusta el ISO al mínimo para asegurar una mejor calidad.
El diafragma es fundamental porque regula la cantidad de luz que pasa por el objetivo. A más abierto, más luz; a más cerrado, menos luz. Los valores se representan con una “f/”. Si por ejemplo marca f/2, observarás que entra mucha luz, mientras que si lo cambias a f/16 la imagen se verá más oscura. A ti te interesa que sea entre 11 y 16 para que no salga un destello indefinido.
En cuanto a la velocidad de obturación, lo que decide este parámetro es si quieres congelar el movimiento o no. Si por ejemplo lo pruebas con una fuente, verás que puedes ver un chorro de agua que refleje movimiento o por el contrario las gotitas cayendo bien definidas. Si lo ajustas a 2 segundos, la cámara abrirá y cerrará el obturador muy rápido y la cantidad que entra de luz será menor; si pones 30 segundos, la imagen saldrá más movida y la exposición será mayor. Aunque lo suyo en el caso de los rayos es ir probando, con unos 5 segundos debería salirte bien.
Por cierto: nada de flash.
A poco que se mueva la cámara al apretar el botón, echarás la foto a perder. Para evitarlo hay mandos con los que se puede sacar sin tocarla, y opciones para hacerlo desde el ordenador. También se puede preparar para dentro de unos segundos como hacemos cuando queremos correr a colocarnos en una foto grupal, pero para que esto funcione para fotografiar los rayos tendría que aparecer uno justo a tiempo.
Si no te queda más remedio que pulsar el botón, elige la opción de captura múltiple que tienen todas las cámaras y móviles, para que no eche una solo foto.
Los rayos son caprichosos. Este fin de semana habrá para aburrir, sobre todo en la mitad norte de España, pero si estás en el sur lo más seguro es que el cielo te avise en cualquier momento de que se avecina tormenta. Paciencia y ¡prepárate!