Las buenas noticias sobre ómicron que nos permiten ser optimistas en 2022
Las vacunas de la covid y la propia variante del virus aportan motivos para empezar el año con optimismo
Los científicos tienen claro que este tsunami de contagios mundial supone un cambio de tendencia en la pandemia, sea o no el final
Dos años de pandemia, y esto no ha terminado. Pero ¿estamos mejor que hace un año? Lo estamos, a pesar de la incidencia disparada de casos de covid con la que iniciamos 2022. Todavía estamos batallando, porque cada vez que empezamos a relajarnos, el virus vuelve a hacer de las suyas. 2021 lo hemos cerrado con un nuevo frente abierto en la batalla que libramos contra el SARS-CoV-2 desde diciembre de 2019: ómicron contra las terceras dosis de la vacuna. Mientras tanto, seguimos con mascarillas, con ciertas restricciones, mucha incertidumbre... pero hay motivos para arrancar 2022 con optimismo.
Tenemos vacunas, no una sino varias ya, que nos protegen de la covid grave, de acabar en la UCI o falleciendo, si te infectas. Y la variante a la que nos enfrentamos actualmente, ómicron, es más esquiva para los anticuerpos pero también menos agresiva, causa infecciones más leves que las anteriores.
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A los anticuerpos los estamos reforzando con las terceras dosis. Pero, además, nuestra maquinaria defensiva celular está activada desde hace tiempo y funciona ya a pleno rendimiento: combate bien a ómicron. De todo esto, y algo más, habla este esperanzador artículo del microbiólogo navarro Ignacio López-Goñi. Y es que son varios los motivos por los que podemos ser optimistas, al comienzo de este nuevo año. Se los contamos.
La tercera dosis planta cara a ómicron
Si algo ha quedado claro en 2021 es que las vacunas funcionan. Son muy eficaces para lo que se hicieron: evitar la enfermedad grave y los fallecimientos por covid, que han caído en picado entre los vacunados. Pero no evitan el contagio. Lo reducen, aunque no lo impiden. De ahí que estemos inmersos en una ola gigante de asintomáticos. Porque, además, esto se une a que la nueva variante a la que nos enfrentamos es capaz de esquivar mejor la respuesta inmune. Las dos dosis de la vacuna no son suficientes para evitar la infección frente a ómicron.
La buena noticia es que las terceras dosis, que se están inoculando ahora, generan una “fuerte neutralización frente a esta variante”, suponen un importante refuerzo a la protección individual frente al virus. Todos los mayores la tienen puesta, y eso, al menos temporalmente, aporta cierta tranquilidad. Del resto, muchos no tendrán ni que ponérsela, porque todo el que se esté contagiando de covid ahora está recibiéndola ya de forma natural, y más potente aun.
La respuesta celular resiste
Otra buena noticia es que, aunque no tengamos puesta la tercera dosis todavía, las dos dosis de la vacuna nos siguen protegiendo de la covid grave. Es decir, si volvemos a enfrentarnos al virus, la respuesta celular se activará rápidamente para generar nuevos anticuerpos neutralizantes. El organismo tardará algo más en defenderse que si acaba de recibir ese nuevo “chute” de anticuerpos, pero se defenderá igual de bien. Y esto se lo debemos a la inmunidad celular.
Varios estudios han comprobado que esta inmunidad celular resiste mejor frente a ómicron que los anticuerpos. Las células T, que son clave para eliminar las células infectadas por el virus, mantienen su eficacia intacta frente a esta nueva variante. Ya se sabía que esta parte de la respuesta inmune, la celular, ha sido clave para combatir otras variantes del virus. Pero ahora, se ha confirmado con ómicron.
Este año hemos sabido, también, que la inmunidad celular que generan las vacunas no solo es muy potente frente a las nuevas variantes, también mejora con el tiempo. Las células B, algo así como la fábrica de anticuerpos, van madurando con el paso de los meses y son capaces de generar una respuesta más potente y versátil frente nuevas variantes del virus. En su día se dijo, incluso, que la inmunidad celular generada por las vacunas puede durar toda la vida.
Ómicron causa menos daño pulmonar
Todo esto son buenas noticias por nuestra parte. Pero ¿hay alguna buena por parte del virus? Parece que sí. Aunque todavía es pronto para confirmar si esta nueva variante es menos severa que las anteriores, los datos que van proporcionando los casos de covid que genera son alentadores: son más leves, generan muchas menos hospitalizaciones. ¿Por qué? Además de por las vacunas, lo que se ha visto es que ómicron es menos eficiente infectando los pulmones, algo que está directamente relacionado con la mayor o menor gravedad de la enfermedad.
Varios estudios han comprobado que ómicron infecta mucho mejor los bronquios que las variantes anteriores, pero mucho peor los pulmones. Y la propia realidad, la sintomatología que se está viendo en los infectados ahora, lo reafirma: ómicron afecta más a las vías altas del sistema respiratorio. Otra buena noticia, ésta por parte del virus.
En el panorama actual, algunos científicos lanzan mensajes esperanzadores. Dos de los virólogos españoles más prestigiosos, Adolfo García Sastre y Ana Fernández Sesma, apuntan que podríamos estar acercándonos al final de la pandemia, y que lo más probable es que este virus acabe causando un simple catarro. Algo parecido a lo que ya causa ómicron en vacunados que no tienen patologías de riesgo. Que este coronavirus acabe quedándose como un nuevo virus estacional es algo que llevan tiempo apuntando varios científicos, aunque nadie hasta ahora se ha atrevido a aventurar cuándo.
Subida en picado, caída en picado
Lo cierto es que, si nos fijamos en lo que ha ocurrido en los países que nos llevan la delantera en contagios, el panorama también invita a un cierto optimismo. Reino Unido, Dinamarca y Sudáfrica vieron subir en picado sus cifras de contagios, a una velocidad meteórica. Algo similar está ocurriendo aquí ahora: el aumento exponencial de la incidencia de covid en España, que bate un nuevo récord cada día, es inédito. Pero en esos tres países, después, los casos cayeron tan rápido como habían subido.
¿Podría ocurrir lo mismo aquí en las próximas semanas? Los expertos coinciden en que cuanto más rápido sube una ola, antes alcanza el pico y más rápido baja. Es lo que ha ocurrido en esos países. En España, es pronto para saberlo. Pero sí se está viendo que ómicron genera mucha menos hospitalización que las variantes anteriores, pese a su elevadísima incidencia. La ocupación de las UCI va en aumento, pero nada tiene que ver con lo que vimos en las olas anteriores: sube a un ritmo cinco veces inferior al de la quinta ola.
Es lo mismo que dicen las cifras de los países donde más ha impactado esta variante. Sudáfrica registra un 65% menos de hospitalizaciones. En Reino Unido, solo ingresa en el hospital una de cada 1.000 personas con covid. Un reciente informe del Imperial College de Londres concluye que las personas que contraen ómicron tienen una menor probabilidad de necesitar atención hospitalaria en comparación con la variante delta.
"Es una buena noticia que en determinados países donde hay un predominio muy importante de la variante ómicron, el número de hospitalizaciones no solo no aumente sino que disminuya", advierte en NIUS el jefe de enfermedades infecciosas del Hospital Vall d'Hebron, Benito Almirante. "La caída de hospitalizaciones es una de las cuestiones que desde el punto de vista científico se apunta como el final de la pandemia".
La mayoría de los científicos coinciden. Sea o no esto el final, sí estamos viviendo un importante cambio de tendencia en la pandemia. “La mayoría del mundo científico es optimista, evidentemente, estamos viendo un tipo de enfermedad diferente a la que veíamos hace muy poco tiempo", subraya Almirante.